Volumen II
Capítulo 1
Jesús de Nazaret Selecciona a
James E. Padgett.
Mensajes incluidos en este capítulo:
Jesús: Quiere que el mundo siga sus enseñanzas.
Helen: Confirma que Jesús escribió
John H. Padgett: Una corta observación por el padre del Sr. Padgett
Ann Rollins: Una nota de coraje
El Sr. Padgett recibió el segundo mensaje formal de Jesús, sólo pocos días después.
John H. Padgett: Una nota de confirmación por el padre del Sr. Padgett
Jesús: Mensaje personal para el Sr. Padgett
Helen: Comenta sobre el mensaje anterior de Jesús
Ann Rollins confirma que ningún impostor puede escribir a través del Sr. Padgett
Jesús: El resultado de la declaración del Sr. Padgett
Helen: Corrobora que Jesús escribió
Jesús — Los esfuerzos de espíritus para exponer a los hombres las verdades del Padre.
Confirmación por San Andrés, que Jesús escribe a través del Sr. Padgett
Confirmación por San Jerónimo.
Confirmación por San Esteban que el Sr. Padgett ha sido elegido para realizar la obra.
Confirmación por San Bernabé, que el Sr. Padgett fue seleccionado por el Maestro.
Confirmación por A. G. Riddle que el Maestro y los apóstoles se comunicaron
Confirmación por la abuela del Sr. Padgett, asombrada por el gran aseguramiento dado al Sr. Padgett.
Helen: Cuán feliz es ella, porque grandes espíritus confirmaran la selección del Sr. Padgett
San Pablo explica el aguijón en su carne, su experiencia en el camino a Damasco.
San Juan corrobora que Jesús escribe a través del Sr. Padgett
Juan inspira ánimo al Sr. Padgett — El maravilloso amor que el Maestro tiene por él.
Jesús — El maravillosos poder, que puede venir al Sr. Padgett, si sólo tiene suficiente fe
A. G. Riddle en una condición de admiración, después de ver a Jesús mostrando su resplandor y poder.
La abuela del Sr. Padgett confirma, que Jesús escribió y mostró Su gloria y su poder.
Juan Bautista confirma que Jesús escribió
Santiago dice, que el Sr. Padgett pronto recibirá alivio de sus problemas.
San Lucas le asegura al Sr. Padgett, que pronto llegará alivio.
Juan: El Sr. Padgett se encuentra bajo el cuidado especial del Maestro
Bernabé dice, que el Sr. Padgett es el favorito del Maestro en la tierra.
La confirmación de John Wesley.
Garner, el predicador, inspira valentía.
La Sra. Padgett se refiere a los muchos mensajes de consuelo recibidos
Jesús mostró su gran gloria, y entregó su amor al Sr. Padgett
Saleeba comenta acerca de la gloria de Jesús, cuando le vio la noche anterior.
Confirmación por San Marcos que el Maestro realiza la gran obra a través del Sr. Padgett.
Lázaro confirma que el Sr. Padgett es elegido por Jesús para llevar a cabo la obra.
Helen — Confirmación de que Jesús e Isabel escribieron los mensajes antecedentes.
Salomón escribe acerca de la selección del Sr. Padgett por Jesús.
Helen confirma que Salomón escribió a través del Sr. Padgett.
1.
Jesús de Nazaret Selecciona a
James E. Padgett.
Jesús: Quiere que el mundo siga sus enseñanzas.
Yo estoy aquí, Jesús.
Dios es Amor, y los que Le adoran en espíritu y amor, no serán abandonados.
Vine para decirte, que estás muy cerca del Reino, sólo cree y ora al Padre, y pronto conocerás la verdad, y la verdad te liberará. Estuviste duro de corazón, y un pecador, pero ahora, que estás buscando la luz, vendré a ti y te ayudaré, sólo cree, y pronto verás la verdad de mis enseñanzas. No sigas en el camino de los malignos, porque su destino es el castigo y largo sufrimiento. Permite que aumente tu amor por Dios y por tus prójimos.
No estás en condiciones de escribir más. Volveré cuando estés más fuerte.
(¿En verdad eres Jesús de la Biblia, que se comunica conmigo?)
Sí, soy Jesús, y quiero que el mundo siga las enseñanzas de mis palabras.
Hasta luego, y que el Espíritu Santo te bendiga como yo lo hago.
Jesucristo.
Cristo Jesús está aquí, y desea escribirte sobre el Amor de Dios, y las necesidades de la humanidad.
Despeja tu mente de todos lo pensamientos de maldad y pecado. El Amor de Dios se extiende a todos los hombres, por lo que el más vil será el objeto de Su cuidado. No permitas que el pensamiento, de que Él sólo ama a los buenos y justos, te lleve a pensar, que tienes que buscar solamente la compañía de estas personas favorecidas. Deja que los perdidos e infelices sean los objetos de tus esfuerzos, mostrándoles el camino al Padre. Tendrás la oportunidad, recibiendo nuestros mensajes, para instruir a toda la humanidad acerca del Amor de Dios por Sus hijos — que ellos son los hijos de mayor Cuidado y Amor. Sólo esfuérzate en seriedad en la difusión de las verdades, las mismas que te enseñaré en mis comunicaciones, y serás un trabajador exitoso en la obra, que el Padre ha decretado, que la realices. Entrega tus mejores esfuerzos a la difusión de los mensajes, y no sólo salvarás las almas de los cegados y perdidos, sino también acelerarás la venida del Reino en tu propia vida y corazón. Permíteme que venga con frecuencia a ti, ya que eres el instrumento que deseo utilizar en mi Evangelio nuevo (o repetido) de las Buenas Nuevas a la Raza Humana. No defraudes la confianza que te brindaré, y no permitas, que las preocupaciones del mundo te impidan difundir mi evangelio. Ven al Amor de Dios en un sentido más amplio y veraz, y serás mi verdadero seguidor. Deja que te conduzca a la Fuente de Agua Viva de todas las verdades, que Dios quiere revelar a la humanidad.
Mi propio amor y poder te guiarán, y te mantendrán en el camino de la Luz y Verdad, camino que podrás enseñar a tus prójimos. Tu propia alma tiene que purificarse en primer lugar, y luego serás capaz de indicarles a otras personas el poder y el amor que tengo por ellos.
No debes buscar la ayuda de otros espíritus, hasta que yo te enseñe las verdades de mi Padre. Él es el único, que tiene el poder de salvar a los hombres de sus pecados y errores. Sé fiel y serio en tu obra, y no permitas que otras cosas distraigan tu mente de la tarea delante de ti. (1) El mundo necesita un nuevo despertar, y la infidelidad y la incredulidad de los hombres, que creen que son sabios, pero los que son necios, de lo que en fin se darán cuenta, y lo material no debe llenar sus almas por mucho más tiempo, o sufrirán más de lo que puedan imaginarse. Las necesidades materiales no son las únicas nubes, que tienen que ser quitadas de sus almas.
Estás muy débil, y no puedes escribir más ahora.
(Pero estoy dispuesto a recibir más de tu mensaje.)
Sí, pero no puedo escribir más ahora, porque no estás en condiciones adecuadas. Tienes que dejar de escribir ahora.
Jesucristo
Yo estoy aquí, Jesús.
Ahora estás en condiciones adecuadas, y te voy a entregar mi primer corto mensaje.
Cuando vivía en la tierra, no me adoraban como a Dios, sino me consideraban solamente como el hijo de Dios, en el sentido, de que en mi fueron conferidas las verdades de mi Padre, y muchos de sus maravillosos y misteriosos poderes.
Yo no me proclamé como Dios, sino sólo que fue Su hijo amado, enviado para proclamar estas verdades a la humanidad, y para mostrarles el camino al Amor del Padre.
Yo no era diferente de otras personas, excepto que yo poseía en cierto grado este Amor de Dios, lo que me hacía libre de pecado, y impedía que las maldades, que formaban parte de la naturaleza de otras personas, llegasen a formar parte de mi naturaleza.
Nadie quien cree que yo soy Dios, tiene conocimiento de la verdad, ni obedece los mandamientos de Dios rindiéndome culto. Esta adoración es una blasfemia, y perjudican mucho la causa de Dios y mis enseñanzas. Muchas personas se habrían convertido en verdaderos creyentes y adoradores Padre, y en seguidores de mis enseñanzas, si este dogma blasfemo no hubiese sido interpolado en la Biblia. Esto no sucedió con mi autoridad, o en consecuencia de mis enseñanzas, que semejante doctrina perjudicial se promulgara o se creyera en ella.
Yo soy sólo un hijo de mi Padre, igual que tú, y si bien siempre fui libre de pecado y error, con respecto a la verdadera concepción de la auténtica relación de mi Padre con la humanidad, tú también eres Su hijo; y si buscas sinceramente y rezas al Padre con fe, puedes llegar a ser tan libre de pecado y error, como yo lo fui entonces, y como ahora lo soy. El Padre es Él, sólo. No existe otro Dios aparte de Él, y no existe otro Dios, a quien debes adorarle.
Yo soy Su maestro de la Verdad, y yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida, porque en mí se encuentran estos atributos de bondad y conocimiento, que me hacen apto para señalar el Camino, y conducir a los hombres a la vida eterna en el Padre; y para enseñarles, que Dios ha preparado un Reino, donde pueden vivir para siempre, so lo desean. Pero a pesar de mis enseñanzas, los hombres, y los que asumieron altas posiciones en lo que se llamaba la Iglesia Cristiana, impusieron doctrinas tan disparejas de la verdad, que en estos últimos días los hombres, en el ejercicio de una libertad iluminada, y de la razón, se convirtieron en infieles y dieron la espalda a Dios y a Su Amor, y pensaron y enseñaron, que el hombre mismo basta para su propia salvación.
Llegó la hora, cuando hay que enseñarles a los hombres, para que sepan que, si bien las enseñanzas de estas autoridades, como se llaman, están totalmente equivocadas, estos mismos hombres están en el error, cuando se rehusan creer en Dios y en mis enseñanzas. Lo que son mis enseñanzas, ya sé, eso es difícil de entender partiendo de los escritos del Nuevo Testamento, porque mucho de lo contenido, nunca lo dije, y mucho de lo que sí dije, no está escrito en ellos.
Ahora voy a entregar al mundo las verdades, como yo las enseñaba, cuando vivía en la tierra, y mucho más, lo que nunca revelé a mis discípulos, ni inspiré a otros, para que lo escribiesen.
Nadie puede llegar al Amor del Padre, a menos que nazca de nuevo. Esta es la verdad grande y fundamental, que los hombres tienen que conocer y creer, pues sin este Nuevo Nacimiento, los hombres no pueden participar de la Esencia Divina del Amor de Dios, el que, cuando un hombre lo posee, le transforma en uno solo con el Padre. Este Amor viene a los hombres por la mediación del Espíritu Santo, que causa su influjo en el corazón y alma, llenándola, eliminando todo pecado y lo que tiende a hacerles infelices, pero sin ello, sólo seguirán siendo hombres naturales y nada más.
Vine al mundo para señalar a los hombres el Camino al Amor Divino del Padre, y para enseñarles Sus Verdades Espirituales. Esta fue mi misión en toda su perfección, y de paso enseñarles el camino a mayor felicidad tanto en la tierra, como en el mundo de los espíritus, aunque descuiden de buscar y obtener este Amor Divino, y llegar a la unidad con el Padre.
Que los hombres mediten sobre esta pregunta transcendental, y aprenderán que la felicidad del hombre natural, y la felicidad del hombre, que ha obtenido este atributo de la Divinidad, son muy diferentes, y tienen que permanecer distintas y separadas por toda la eternidad. Mis enseñanzas no son difíciles de comprender y de seguir, y si los hombres sólo escuchan a la naturaleza de lo Divino, a menos que lo Divino primero entre en este hombre, y le transforme en parte de su propia Divinidad.
Todos los hombres, que no obtengan la Esencia Divina, permanecerán en su estado natural, y si bien pueden progresar hacia mayor bondad y libertad de pecado, y podrán lograr todo, lo que tiende a elevar el deseo del hombre por un mejor entendimiento, lo que asegurará su futura felicidad, pues en cierta medida, esto es la verdad, pero esta felicidad no es aquella, que Dios desea para sus hijos, y por la que yo vine a la tierra, para enseñar el camino.
Mi misión en la tierra no fue tan exitosa, como la hubiese podido ser, si mis llamados seguidores no hubiesen tenido tanto afán por el poder y la posición, y hubiesen permitido que se conociera la verdad, que entregué a mis discípulos, en lugar de perpetrar muchos actos de violencia y matar a personas. Pero en algunos corazones y mentes, mis verdades encontraban alojamiento, y personas que las poseían, salvando a la humanidad de tinieblas absolutas espirituales, y de la recaída a un culto de forma y ceremonia únicamente. Te he escrito esto sólo, como cierta ayuda para ellos, para que crean en las verdades y las sigan, así aprenderán el camino, y obtendrán el único estado perfecto de felicidad, que el Padre les ha preparado a sus hijos.
Nadie puede obtener este estado de dicha Celestial, a menos que primero reciba el Amor Divino del Padre, y llegue a la unión con Él.
Por eso digo que, si el hombre ora al Padre, y cree, y en sinceridad pide que se le dé este Amor, lo recibirá, y cuando llegue a su alma, se dará cuenta.
No permitas, que los hombres piensen que, a través de su propio esfuerzo, puedan llegar a esta unión con el Padre, porque no lo pueden. Ningún río puede subir por encima de su fuente, y ningún hombre, que sólo posee el amor natural, y está lleno de error, puede, por sus propios poderes, llevar este amor natural, a que participe en lo Divino, o que su naturaleza se desprenda del pecado y del error.
El hombre no es nada más que una criatura, y no puede crear algo superior a sí mismo. Por eso, el hombre no puede subir tanto, para mostrarte, que no debes permitir, que las enseñanzas de la Biblia, y lo que los hombres escribieron o profesaron haber escrito, te prevengan a recibir y comprender, lo que yo te escribiré a partir de ahora.
No escribiré más esta noche, pero a partir de ahora, te informaré las verdades, las que constituirán el Nuevo Evangelio, que beneficiará a la humanidad. Cuando hayan escuchado mis mensajes, creerán que sólo existe un Dios, y que tiene que adorar sólo a uno.
Con mi amor y bendición, concluiré por esta vez.
Tu amigo y hermano,
Jesús
Helen: Confirma que Jesús escribió
Yo estoy aquí. Helen. (la esposa del Sr. Padgett)
Sí, yo estoy aquí y me encanta estar contigo.
(¿Quién acaba de escribirme?)
El salvador de los hombres. Él estuvo contigo y yo me alegré tanto, porque siento que ahora creerás que estoy en el mundo de los espíritus, y en el Amor de Dios. Él es el señor que descendió de los Cielos, para salvar a los hombres (sic). Permite que su amor por ti te ayude, a convertirte en un hombre más espiritual. Dios te dará Sus bendiciones, en todo lo que realices.
Buenas noches.
Helen
John H. Padgett: Una corta observación por el padre del Sr. Padgett
Sí, yo estoy aquí, tu padre.
(¿Realmente fue Jesús, quien acaba de escribirme?)
Sí, es la verdad. Él estuvo contigo, y pronto conocerás mucho más de él, porque dice, que te enseñará la Verdad, la Luz y el Camino. Ama a Dios, y obedece Sus mandamientos. Permite que tu corazón se abra a las enseñanzas Divinas del Maestro. No te mostrará todo el amor que tiene por ti, pero te permitirá sentir, que él es tu amoroso amigo y salvador.
(¿Por qué vino a mí?)
Porque te ama, y cree que puedes beneficiar en algo al mundo.
(¿El mismo Jesús, a quien conozco de las Escrituras?)
Sí, él fue el verdadero Jesús de la Biblia.
No está en los Cielos, y sentado a la derecha del Padre, sino está entre la humanidad, y todavía les enseña el poder del Amor, y la verdad. No necesita la adoración por los hombres, sino todo lo que quiere, es su amor y felicidad.
Él no es el salvador de unos pocos, sino de todos, que le pidan que les ayude. Permite que tu amor por Dios incremente, y no estarás infeliz o deprimido.
Buenas noches.
Tu padre,
John H. Padgett
Ann Rollins: Una nota de coraje
Entrega tu corazón al Señor, y Él te dará Sus bendiciones, como pronto notarás.
(¿Fue Jesús quien venía a escribirme hace un momento?)
Lo hizo, y pronto regresará a ti. Él espera informarte las verdades, de las que anhela que las conozcas. Él no te hará sentir que él está muy arriba en los cielos, mucho más allá del alcance de los hombres, sino que él está con ellos todo el tiempo, trabajando y tratando de salvarlos de sus pecados. Permite que tu amor por Dios y Sus verdades te alejen de la incredulidad y de la duda. Sé un verdadero buscador del conocimiento que está en Cristo, y no dudarás por mucho tiempo, en cuanto a cuál es el camino a la felicidad eterna. Continúa tratando de encontrar la verdad. Él me dijo que vendría pronto a ti, para que no dudaras más, y él no te dejará otra vez, como lo hizo hace unos años, cuando tu corazón estuvo duro y lleno de pecados.
Tienes que creer que él vino a ti. Él no es otra persona que Jesús de la Biblia.
Te amaré y te ayudaré siempre.
Tu abuela,
Ann Rollins
El Sr. Padgett recibió el segundo mensaje formal de Jesús, sólo pocos días después.
Yo estoy aquí, Jesús:
Como te he dicho, escribiré mi segundo mensaje esta noche. No te contaré del Reino de mi Padre esta vez, sino de Su Naturaleza como mi Dios y como tu Dios.
Sólo Él es supremo, todopoderoso, amoroso y sabio. Él no es un ser de forma e individualidad, como los hombres la entienden, sino que es una substancia de existencia y alma. Su alma constituye aquella parte Suya, que abarca todos los afectos y el Amor, que Él le confiere al hombre, para que se transforme en como es su Padre.
Todavía no tengo tanto de aquella Esencia de alma, para asemejarme al Padre en todos Sus atributos, pero espero que algún día en el futuro, cuando haya recibido aquella Esencia Divina en su plenitud, seré como el Padre; y así todas Sus criaturas pueden llegar a ser, si sólo la buscan en verdadera fe y en sinceridad.
Es imposible ver al Padre con la visión física o espiritual, sino que sólo puede ser visto por los ojos del alma llena de Amor perfecto. Él no se encuentra en un lugar en particular, no está sentado en un trono en Sus Cielos, sino Sus atributos están por doquier, y llena todo el universo. La tierra es una porción muy pequeña del universo, y los hombres no deben creer, que Dios sólo se encuentra en el cielo, adonde se dirigen los hijos de la tierra, cuando dejan de vivir como mortales.
Dios es un Dios de Amor, sobre todo; y mientras más pronto la humanidad aprende y cree en aquel hecho, más pronto existirá la felicidad tanto en la tierra, como en los cielos. Él no es un Dios de odio, tampoco castiga a Sus hijos en ira o enojo. Su Amor está con toda la humanidad, con santos y pecadores, y nadie sufre castigos, porque el Padre le desea sufrir. También es un Dios de Misericordia y Perdón; y les perdonará los pecados a los hombres, y derramará Su Misericordia sobre ellos, si le piden realmente y en sinceridad Su Perdón, y buscan Su Misericordia.
También es un Dios de Sabiduría; y Sus planes para la redención y salvación de la humanidad son los únicos planos, que los hombres pueden aceptar y tratar de seguir, para que reciban la salvación. También es un Dios de Poder, y en los días que vendrán, cuando Él lo vea adecuado para llevar a cabo y perfeccionar Sus planes a su plena fruición, destruirá todo pecado y error en Su universo, a través del instrumento de Su Espíritu, que es perfecto en su acción, y armonía sublime reinará, y el hombre estará en paz y felicidad.
Pues Dios es todo en Su Naturaleza y Atributos, que no sólo redimirá a los hombres del pecado, sino que los transformará en personas, que se aman las unas a las otras, y hermanos en el sentido verdadero de la palabra. El mundo no será destruido, como algunos lo enseñan, interpretando la Biblia, pero cuando llegue el gran día de juicio, todo pecado será erradicado del mundo, y la humanidad continuará viviendo sobre la tierra, libre de pecado e infelicidad, justo como suponemos que Adán y Eva vivían en el Jardín del Edén.
El hombre nunca ha visto a Dios, y los relatos del Antiguo Testamento, sobre ciertos profetas y líderes de los Judíos en su antiguo cautiverio y en sus migraciones, no son verdad, porque Dios no puede ser visto, como se lo describe en ellos. Sus ángeles y mensajeros, que una vez eran mortales de la tierra, fueron vistos, y hablaron con los profetas, y se presentaron como ángeles de Dios, pero ningún ángel o espíritu jamás se presentó como Dios; ni siquiera los ángeles, que le entregaron las tablas de piedra a Moisés, como está escrito. Dios siempre obra a través de Sus ángeles, y nunca de manera directa, como enseñan algunos de los autores de la Biblia. Yo fui Su hijo elegido, para realizar la obra de redimir la tierra del pecado, y vine como el representante de mi Padre, nunca fui Dios, jamás lo afirmé, ni a mis discípulos, ni a los Judíos o el Sanedrín.
Está escrito en la Biblia, que la voz de Dios se dirigió a mis discípulos en el Monte de la Transfiguración; y a Juan y a las personas presentes en mi bautismo, pero esta no fue la voz de Dios, sino la voz de un de los ángeles más excelsos de Dios.
Nadie escuchó jamás la voz de Dios, porque no tiene Voz. Él obra de una manera silenciosa y misteriosa, a través de la operación de Su alma sobre el alma de los hombres, justo como en la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Si bien la Biblia dice, que hubo un ruido, como de un viento poderoso, pero esto no fue perceptible para el oído físico de los discípulos, sino en sus almas sintieron la presencia de esta manifestación, y para que la humanidad entendiese, que allí hubo esta manifestación milagrosa, utilizaron la imaginación de la voz de un poderoso viento. Por eso, los hombres tienen que comprender, que Dios habla con los hombres a través de Sus ángeles, o a través de la comunicación de Su alma y las suyas.
Hablo así, porque quiero dejarlo bien claro, que Dios no es la persona, amorosa o lo contrario, como la Biblia enseña que Él es. Él sólo es la personificación de amor, poder y sabiduría, y no tiene forma o aspecto personal. Este es mi conocimiento de lo que es Dios.
No escribiré más esta noche. Con mis bendiciones y mi amor,
Jesús
Yo estoy aquí, tu abuela:
No debes pensar que, porque el Maestro dijo, que Dios es una personificación de amor, poder y sabiduría, no exista un Dios real, sino solamente un ser abstracto, representando estos atributos. Él es un ser real, y estos atributos le pertenecen, y no la combinación de los atributos. Él existe, y sin Él, no habría amor, sabiduría ni poder. Él es el creador de estos principios, y no su criatura.
Como Jesús dijo: Él no tiene forma ni substancia, como los mortales y los espíritus las tienen; sin embargo, posee una substancia espiritual, y esa es real, y no nebulosa o no existente. El panteísmo es diferente de lo que es Dios.
Si bien Sus atributos se encuentran en todas partes, Él se constituye de una substancia idéntica de espíritu. Por eso, no acaricies la idea, de que Él no sea un ser, porque lo es, y aun cuando no lo podemos ver, ni sentirlo como un espíritu, Él existe como su Propia Verdadera Personalidad. Por lo tanto, cree en un Dios personal en ese sentido.
Sé que es difícil comprender la verdadera concepción de Su existencia, pero a medida que subamos en la escala de Amor, Su real existencia como ser se nos hace más palpable. No permitas, que tu incapacidad de captar el verdadero significado de esta descripción de Dios y de Su naturaleza, te lleve a pensar, que Él no es nada más que una esencia. Él es real, y para nosotros, que hemos recibido una gran riqueza de Su Amor y Esencia, Él llega a ser tan real, como si pudiésemos ver y sentirle con nuestros ojos y manos espirituales.
Conozco las dificultades para tu mente finita, de captar la verdadera concepción de Su existencia, pero a media que el Amor de atrae más cerca de Él, la mete cede a las percepciones del alma, y Dios aparece como un ser existente y real, el Creador de todo.
Deseo decirte además, que Dios, (el Dios del Maestro), si bien obra a través de Sus ángeles, Él Mismo viene a nuestras almas por medio de Su comunicación directa. El Espíritu Santo es Su mensajero, que les permite a las almas de los hombres, que escuchen y reciban esta comunicación de alma; sin embargo, el amor de Dios proviene directamente de Él, y cuando el hombre fue creado a semejanza de Dios, recibió una alma capaz de recibir la Esencia del Alma del Padre. El hombre no fue creado a imagen de su Padre ni en su forma física, ni en su forma espiritual, porque el Padre no posee estas formas. Pero en la esencia de alma, la imagen fue hecha a Su semejanza.
Pero el hombre ocupa una posición tan elevada en la creación de Dios, que puede negarse a recibir este Esencia de alma, si así lo desea. Su alma es capaz de recibirla, pero no se la obliga, y si bien el hombre posee la imagen, pero cuando se rehusa a recibir la substancia, nunca llegará a ser uno solo con el Padre. Aquella imagen nunca será más que una imagen.
Dios es tan bueno, que implantó en el alma humana lo que podríamos llamar el amor natural; y aquel amor es suficiente, para hacerle feliz comparativamente, y en el gran día, cuando el pecado y el error serán destruidos, el amor natural humano será capaz de traer esta felicidad.
Pero el hombre no será uno solo con el Padre en el sentido más amplio, y no participará de la Naturaleza Divina de Su Dios. Por eso, ves la necesidad de buscar esta maravillosa unión con el Padre.
Tengo que terminar ahora.
Tu abuela
(espíritu Celestial)
Yo estoy aquí, Jesús.
Alégrate, porque siempre estoy contigo. No permitas que tu corazón tema, porque el Señor es tu cuidador, y Él será tu guía y escudo. Sólo cree y confía en Él, y pronto nacerás de nuevo en el mundo espiritual de Su Reino. Permite que te imparta las enseñanzas, y te dé los pensamientos que Él me dio, cuando estuve en la tierra. Déjame mostrarte, que las cosas de este mundo no son las que salvan el alma de los pecados y de la infelicidad. Sé un seguidor verdadero de tu Dios.
(Maestro, ¿qué significa el "nacer de nuevo"?)
Es el flujo del Espíritu Santo en el alma de un hombre, y la desaparición de toda inclinación a mantenerla en una condición de pecado y error. Esto no se elabora por la voluntad propia del hombre, sino por la Gracia de Dios. Es el Amor de Dios, que sobrepasa toda comprensión. Pronto experimentarás el cambio, y luego serás un hombre feliz, y apto para guiar a otras personas a las verdades de Dios. Abre tu corazón cuando el Espíritu llame a su puerta, y mantén tu mente libre de pensamientos pecaminosos. Sé un hombre quien ama a Dios y a sus prójimos. Tu amor ahora solo es de lo terrenal, pero pronto será de lo espiritual.
No debes permitir que las preocupaciones de este mundo te mantengan alejado de Dios. Deja que Su Espíritu venga a tu alma. Tu albedrío es lo que determina, si llegarás a ser un hijo de Dios o no. A menos que estés dispuesto a permitir, que el Espíritu Santo entre en tu corazón, Este no lo hará. Sólo la sumisión voluntaria bajo el Espíritu Santo, o su aceptación, realizarán el cambio.
Fui el instrumento en las manos de Dios al conducir a los hombres hacia Su favor y Amor. Cuando dije: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida", quise decir que, a través de mis enseñanzas y ejemplo, los hombres deberían ser capaces de encontrar a Dios. No fui Dios y jamás lo aseveré. La adoración de mi persona como Dios es una blasfemia, y no la enseñé. Yo soy un hijo de Dios igual que tú. No permitas que las enseñanzas de los hombres te desvíen a adorarme como a un dios. No lo soy. La trinidad es una equivocación de los escritores de la Biblia.
No existe la trinidad — sólo un Dios, el Padre. Él es uno y sólo. Yo soy su maestro de la verdad, el Espíritu Santo es Su mensajero y dispensador de Amor a la humanidad. Somos solamente Sus instrumentos, para conducir al hombre a una unión con Él. Yo no soy igual que mi Padre — Él es el único Dios verdadero. Vine del mundo de los espíritus a la tierra, y asumí la forma de hombre, mas no me convertí en un dios — sólo el hijo de mi Padre. Tú también viviste como un espíritu en aquel reino, y asumiste la forma de hombre, sólo como un hijo de tu padre. Tú eres lo mismo que yo soy, excepto en cuanto a tu desenvolvimiento espiritual, y puedes llegar a estar desarrollado en la misma gran medida como yo mismo lo estoy.
(pregunta: ¿Por qué te llamaron el hijo unigénito de Dios en la Biblia?)
Cuando estuve en la tierra, fui el único hijo, a quien había sido concedido, hasta aquel momento, el Amor Divino de Dios en una magnitud, que me hizo totalmente libre de los pecados y del error. Mi vida no fue una vida de placeres terrenales o de pecado, sino fue entregada en su totalidad a la obra de mi Padre. Fui Su único hijo en esta luz. Él fue mi Padre, como yo conocía que Él lo era. Él no es un espíritu de forma como yo o tú.
Nací como tú naciste. Fui el hijo de María y José, y no nací del Espíritu Santo, como está escrito en la Biblia. Fui solamente un ser humano, en cuanto a mi nacimiento y existencia física. El relato en el Nuevo Testamento no es verdad, y fue escrito por personas, que no sabían lo que estaban escribiendo. Perjudicaron mucho la causa de las verdades de Dios. No permitas que tus creencias en este error te impidan ver que mis enseñanzas son la verdad.
Sólo cree en Dios y Sus verdades, y pronto estarás en el Reino.
Pronto podrás comprender como yo estoy comprendiendo.
Buenas noches.
Jesucristo
John H. Padgett: Una nota de confirmación por el padre del Sr. Padgett
Yo estoy aquí, tu padre.
(pregunta: ¿Quién acaba de escribir?)
Jesús — él de la Biblia. Estuvo contigo, y tú tienes que sentir que te favorece enormemente. Tienes que creer que él lo fue.
(¿Es posible que un impostor se presentara como Jesús?)
No, fue el verdadero Jesús. Ningún impostor hubiese podido escribir como él lo hizo. Buenas noches.
Tu padre,
John H. Padgett
Tienes mi bendición. Fue el Cristo quien habló. Él es tu amigo y salvador.
Tu madre,
Ann R. Padgett
Jesús: Mensaje personal para el Sr. Padgett
Yo estoy aquí, Jesús.
Tú eres mi amigo y discípulo. Tú estás en mí, y yo en ti, y ambos estamos en el Padre. Tú estás en mí por toda la eternidad.
Mi reino no es de este mundo y tú no eres de este mundo — tú estás en mí, como les dije a mis discípulos en la antigüedad. Sólo cree en mí, y obedece mis mandamientos, y te amaré hasta el final, y el Padre te amará.
(¿Qué quieres decir con "mis mandamientos"?)
Significa que tienes que amar a toda la humanidad — y tratar de indicarles el camino al Amor de Dios.
Quiero decir, que soy el hijo de verdad y de rectitud de mi Padre, y como tal, tienes que rezar al Padre en mi nombre, no porque soy Jesús, sino porque represento toda la verdad y el Amor de mi Padre.
(¿Y el Padre quiere, que toda la humanidad busque Su Amor?)
Sí, y este es el único camino, en que los hombres pueden venir al Padre — no hay otro — y cuando mi reino esté completo, sólo los que hayan llegado a ser uno solo con el Padre, podrán formar parte de el.
(¿Mi esposa me informó correctamente, que sólo aquellos, que creen en tus enseñanzas, entrarán en el Reino?)
Sí, te dijo la verdad — mi reino se compondrá sólo de los que crean en mis enseñanzas, y quienes hayan recibido el Espíritu Santo. Por eso, no dudes más. A ti, te he seleccionado, y serás mi verdadero discípulo y mensajero de la verdad — tienes mi ayuda y amor incondicionalmente, y ningún hombre puede quitártelos. En toda la eternidad estarás conmigo.
(¿Por qué debo suponer, que Dios responda a mis oraciones más que a las de otra persona?)
Dios responde a tus oraciones, porque tienes fe, y eres mi discípulo. Por eso, continúa rezando, y Él te escuchará, y responderá a tus oraciones.
(¿Pero no negará la petición de un pecador?)
No, sólo cree y confía en Él — Él nunca te abandonará, ni te dejará desamparado.
Tienes que amar a Dios con todo tu corazón, alma y mente, y a tu prójimo como a ti mismo — este es el supremo mandamiento. Así, observa esto y serás feliz y libre.
Permite que tus oraciones lleguen a ser más fervorosas, y tu fe más plenamente desarrollada. Te ayudaré conocer más del Amor de tu Padre, y pronto serás mi verdadero seguidor.
Tienes que buscar, y lo sabrás; espera hasta que yo entregue mis mensajes, y entonces conocerás la verdad.
(¿En verdad seré tu nuevo discípulo?)
Sí, yo soy la vid, y tú la rama — así cree.
Lo que has escrito son mis pensamientos — tú no pensaste ninguno de estos pensamientos.
Así, buenas noches, y que Dios te bendiga, como yo lo hago ahora.
Jesús
Ay, mi querido hijo, el Maestro te ha enseñado el camino a la salvación. ¡Sólo cree!
Yo soy tu amorosa madre.
Yo estoy aquí, Jesús.
(Muchas personas muy probablemente no creerán, que tú te comunicas de verdad a través de mí.)
Yo sé que lo que dices es la verdad, pero soy yo, Jesús, el hombre a quien crucificaron en el Calvario, quien viene a ti y escribe. Aquellas personas, que no creen en este hecho, se convencerán algún día.
Estoy contigo, como te lo he dicho, porque tengo una tarea, para que la realices, y también porque te amo con mucho cariño. Por eso, no debes dudar de mí de ninguna manera; y si no dudas, pronto verás por medio de mis mensajes, y también por tu propio desarrollo espiritual, que efectivamente soy Jesús, como me presento. Por eso, cree en mí, y serás más feliz y prosperarás en todos los aspectos. Quiero volver a comenzar pronto con mis mensajes.
(¿Estaré en condiciones adecuadas para recibirlos?)
Sí, pronto estarás en condiciones adecuadas, y entonces continuaremos con nuestra obra.
(¿Cómo es que el espíritu, que hace poco me escribió (2), creía que realmente había perdido su alma?)
Bien, él estuvo tan oprimido por los resultados, porque confinaba todos sus pensamientos, cuando estuvo en la tierra, a su desarrollo mental, por lo que su alma pudo, y tuvo que, morir de hambre, y como ahora cree, la ha abandonado. Cómo no, sigue con su alma, y sólo necesita un despertar de sus percepciones espirituales, para comprender el hecho; pero mientras permanezca en la condición mental, en la que ahora se encuentra, nunca encontrará su alma, como lo expresa. Lo único que le puede sacar de esta condición mental, es una apertura de su naturaleza espiritual, y luego la fe en el Amor del Padre. Tu abuela ahora está tratando de lograr su despertar, y tendrá éxito, porque en las cualidades de su alma, ella es un espíritu muy sabio y altamente desarrollado.
El espíritu no es lo que podrías llamar malo, sólo cometió el gran error de creer, que la mente era todo en la existencia, y como dijo, el alma y todas las facultades espirituales eran mitos. Muchos espíritus se encuentran en la misma situación, la mente oprimiendo el alma en cierto grado, por lo que el alma se pierde, en cuanto al conocimiento o a la creencia del espíritu. No tendrá muchos problemas en la recuperación de su alma, tan pronto como haya despertado las facultades de su alma.
El espíritu más desafortunado es aquel, que conoce tener una alma, y conoce que esa alma está llena de pecados y errores, y no encuentra un camino obvio para purificarse. Desconozco a un espíritu más digno de compasión, o que necesita más de la influencia y ayuda tanto por espíritus, como por mortales.
Permíteme decirte aquí mismo, que cuando ayudas a un espíritu a encontrar el camino a la salvación y al Amor de Dios, realizas la obra más grande que Dios haya entregado a una de sus criaturas — y cuando este espíritu, a través de tu ayuda, encuentra ese camino y comprende la verdad y recibe este Amor, él es para siempre tu amigo y trabajador más agradecido, en el auspicio del interés de tu propio ser espiritual. Por eso, cuando dice la Biblia: Por cada alma salvada, se le agrega una nueva estrella a la corona de aquel, quien es el instrumento para salvar esa alma; y esta expresión sólo declara una verdad que existe y nunca cambiará. Así, en tu tarea de ayudar a estos pobres espíritus pecadores y obscuros, estás acumulando joyas espirituales, las que, al pasar al mundo de los espíritus, formarán parte de la existencia de tu alma.
Desde luego, no existen estas joyas como tales, sino representan las grandes cualidades de felicidad y Amor, que el Padre te entregará. Los hombres no se dan cuenta de la importancia transcendental de salvar una alma, y cuales son los resultados, que vienen a la persona salvadora.
No voy a escribir más ahora acerca del tema, ya que lo trataré en mis otros mensajes.
Así, diré buenas noches.
Y que el Amor del Padre esté contigo y en ti esta noche.
Te diré todo mi amor, y te ayudaré a realizar tus deseos.
Tu hermano verdadero,
Jesús
Helen: Comenta sobre el mensaje anterior de Jesús
Yo estoy aquí, Helen.
Bien, ¿no explicó el Maestro de una manera muy clara, lo que significa una alma perdida? Me alegro tanto que le hayas preguntado y recibido esta respuesta.
Él es el único Jesús de la Biblia, y tienes razón al decir que crees que lo es. No permitas que, lo que digan los hombres, levante dudas en ti, porque es un hecho.
Él es el hijo supremo de su Padre, y cuando le tienes como tu amigo, eres rico, de verdad. Por eso, mi querido Ned, sigue creyendo en él, y escucha sus enseñanzas, y aplícalas.
Bien, te amo, como sabes, con todo mi corazón y alma, y con un amor que aumenta en la medida en que el Amor del Padre llene mi corazón en más riqueza; y cuando esté así más llena de este Amor, te lo diré, y sabrás que mi amor por ti ha crecido en la misma medida.
Por eso, mi querido Ned, tengo que decir,
Buenas noches,
Tu Helen
Ann Rollins confirma que ningún impostor puede escribir a través del Sr. Padgett
Yo estoy aquí, tu abuela,
Bien, me alegra estar contigo nuevamente, porque quisiera informarte algunas verdades, que te beneficiarán al conocerlas.
Pasaron algunas dudas a través de tu mente, en cuanto a la pregunta, de que si nosotros realmente somos las personas, como las que nos presentamos, y si no es tu propia mente, la que produce los pensamientos y escribe, o si algunos espíritus malos o impostores se comunican.
Quisiera decirte ahora, con todo el amor que tengo por ti, que cada uno de nosotros, que te escribimos, es la persona que afirma ser, y ningún espíritu, que trate de presentarse bajo un nombre falso, es permitido de escribirte o comunicarse contigo de otra manera. Nuestro grupo es suficientemente poderosa para prevenir, que un espíritu impostor se entremeta. Desde luego, a los espíritus desafortunados, que te escriben, les permitimos hacerlo, pero no son impostores, sino te dicen con sinceridad, quienes realmente son. (3)
Yo sé muy bien que es natural que dudes de este gran milagro de comunión con espíritus, y de la veracidad de nuestras representaciones, pero te aseguro que todo es verdad.
El Maestro es aquel, de quien lees en la Biblia, y de quien has escuchado toda tu vida; la única diferencia es, que él no es Dios, ni forma parte de Él, sino que es un espíritu — el más grande en todo el Reino Celestial.
No es muy diferente en su deseo por realizar la gran tarea, que el Padre le entregó, para que la cumpliera, de lo que fue, cuando vivió en la tierra, excepto que ahora tiene un desarrollo más profundo de lo que era, cuando viajaba como hombre por las planicies y montañas de Palestina.
Es más poderoso, y conoce mucho más de las verdades del Padre, pero su amor es el mismo, sólo que ha crecido en su magnitud.
Por eso, no debes continuar dudando, de lo contrario, no te desarrollarás como deberías hacerlo.
Él es el más sabio y él que tiene más del Amor del Padre entre todos los espíritus en las esferas Celestiales.
Yo sé que nos amas a todos, y creo que también le amas a él, y cuando te digo, que su amor es mayor al de cualquiera de nosotros, sólo te estoy diciendo lo que es la verdad.
Me gustaría escribir más esta noche, pero hay más personas, aquí que están deseosas por escribirte, por eso terminaré.
Tu verdadera y amorosa
Abuela
Jesús: El resultado de la declaración del Sr. Padgett
Yo estoy aquí, Jesús.
Bueno, estoy aquí para informarte mi gran gratificación al escucharte declarar tu fe en mí nuevamente, como hoy lo hiciste. Esto te puede parecer algo intranscendente, pero te digo que es uno de los más grandes momentos, no sólo para mi causa, sino también para ti personalmente, porque te pone en una conexión muy estrecha conmigo, y te ayuda a que llegues a condiciones, que te permitan responder con más facilidad a mis esfuerzos por transmitirte mis mensajes. Y también tiene una influencia como reflejo en tu condición espiritual, y tiende a incrementar tu fe en lo que te comunique del Amor y de la gran misericordia del Padre, y Su plan para la redención del hombre.
Estoy satisfecho con tu declaración, y te ayudaré a llegar a una unión más perfecta conmigo en mi obra.
Por eso, no permitas dudas en tu mente, en cuanto a mi identidad, porque si existe una verdad en todo el universo, esta afirmación mía es una verdad. Permite que crezca tu fe, y tu vida será más feliz, y llegarás a ser más apto para habitar en la esfera, que destiné para tu hogar.
Ay, mi querido hermano, es un gran consuelo saber, que llevarás a cabo mi obra, como yo deseo que se la cumpla en la tierra, y sentir que puedo confiar en ti, que recibirás mi "Evangelio de Verdad y Luz para la humanidad."
(¿Tenía yo razón, al explicarle a mi amigo, que la verdadera inmortalidad significa más que sólo la continuación de la vida después de la muerte?)
Sí, tenías razón, y pronto escribiré sobre el tema en detalle, y verás, antes que yo, ningún hombre o espíritu declaró la verdad acerca de la Inmortalidad. Tienes la idea correcta de lo que yo quise decir, y algún día te darás cuenta, de que esa Inmortalidad es para ti. Para ti y para todos los que creen como tú lo haces, y buscan la Esencia Divina, la que exclusivamente puede traer la Inmortalidad al hombre.
Ahora, muy pronto reanudaré mi último mensaje, y luego progresaremos más rápidamente en nuestro trabajo.
Bien, no te detendré más esta noche, porque hay varias personas presentes, que desean escribir.
(¿Debo también recibir mensajes de los espíritu obscuros y sufridos?)
Bueno, esto ahora forma parte de tu tarea (4), y tu grupo angelical conoce que tienes que cumplir esta obra. No perjudicará la conexión con tu grupo, ni disminuirá el poder de escribir.
Así, con todo mi amor y las bendiciones del Padre, soy tu verdadero hermano,
Jesús
Yo estoy aquí, Jesús.
Quisiera contarte esta noche, que tu condición espiritual ha mejorado substancialmente, y deseo escribirte un mensaje, y tú tienes que aceptarlo si te sientes en condición de hacerlo.
Bien, deseo escribir acerca del tema de: "Por qué los hombres deben creer que yo, quien te escribo, soy el verdadero Jesús de la Biblia, y por qué te escribo."
Cuando viví en la tierra, los hombres no creyeron, que yo fuese un Dios, o que yo fuese algo más que un maestro de las verdades de Dios, poseyendo poderes maravillosos, no tan bien comprendidos entonces como ahora, desde que los hombres han comprendido en un grado limitado la posibilidad, de que formas espirituales operan a través del mundo material — es decir, los espíritus de los hombres y los mortales del otro mundo — tienen el poder de comunicarse los unos con los otros, y que los poderes poseídos por los espíritus, los que casi no tienen límites, pueden en cierto grado ser conferidos a los hombres, y practicados por los últimos. Esta intercomunicación y posesión de poderes y su transferencia a los hombres, no fueron tan bien entendidas, cuando yo estuve en la tierra, como lo sucede ahora.
Yo, a causa del desarrollo de mi alma y de mi conocimiento de lo espiritual, fui capaz de practicar estos poderes con perfección, por la que la gente de mi tiempo suponía que yo era el único Hijo de Dios, encarnado como hombre, y poseyendo Sus poderes y atributos; y de hecho, yo poseí estos poderes y atributos. Pero sólo fui un mortal viviendo en la tierra, y sólo un espíritu tras pasar de la tierra a la vida espiritual.
Por supuesto, el desarrollo de las cualidades de mi alma fue de una naturaleza, que me permitió realizar mucho en la tierra, lo que ningún otro mortal podía hacer y, después de convertirme en un espíritu, obtener una posición en el mundo de los espíritus, que ningún otro espíritu ha obtenido. Sin embargo, soy sólo un espíritu, un espíritu altamente desarrollado, poseyendo más conocimiento de las verdades de Dios, y teniendo más desarrollo en mi alma, que cualquier otro espíritu.
Si yo fuese Dios o parte de Dios, sería algo más que solamente el espíritu, que realmente soy, y mi posición sería tal, que no podría o no quería comunicarme contigo de la manera como lo hago. Pero sólo soy un espíritu, disponiendo de la misma forma o de los mismos medios para comunicarme con los mortales de la tierra, como todos los demás espíritus, sólo en mayor grado. No estoy haciendo nada, lo que debería sorprender a la humanidad. Mi hogar, cómo no, está ubicado en una esfera muy arriba de la esfera de la tierra, y mi condición de desarrollo supera a creces la de cualquier otro espíritu, y yo no soy de la tierra en ningún particular, pero mis poderes son correspondientemente grandes, y mi habilidad de comunicar está conforme a mis poderes y mi conocimiento.
Si yo fuese Dios, no recurriría a los medios de comunicación, como lo hago ahora, y no me sorprendería si los hombres no creyeran, que me comunique de esta manera. Pero, como he dicho, puesto que yo no soy Dios, no existe razón alguna, por la que no me comunique a través de ti o de otro médium cualificado las grandes verdades de mi Padre, y el plan provisto por Él para la salvación del hombre.
Por eso, los hombres no deberían pensar que yo, por ser Jesús de la Biblia, y por haber sido aceptado y adorado a lo largo de tantos años por una gran parte de la raza humana como Dios, o más bien como parte de Él, que yo como espíritu, por esa razón, no tenga las cualificaciones y poderes de otros espíritus, y que, por comunicarme de esta manera, haga lo que yo, siendo Dios, no debería hacer, pues, eso no deben creer.
Bien, no debo escribir más, ya que no estás en buenas condiciones. Pero concluiré la próxima vez que escribas, porque quiero que los hombres comprendan mi posición en lo que se refiere ellos y al mundo de los espíritus.
No tengo la conexión buena contigo esta noche como acostumbramos, y no eres capaz de recibir lo que quiero escribir. Volveremos a intentarlo, pronto. Quiero que reces más al Padre y tengas más fe. Vendré pronto. Me despido.
Tu amigo y hermano,
Jesús
Helen: Corrobora que Jesús escribió
Yo estoy aquí, Helen.
Bien, mi amor, el Maestro estuvo decepcionado, porque no pudo terminar su mensaje, y él pareció estar muy ansioso de escribir esta noche. Por supuesto, no pudiste evitar la desgracia, pero él está tan ansioso de continuar estos mensajes. Yo sé que estuviste perfectamente dispuesto a que él te escribiese, y trataste de recibir sus mensajes de tu mejor manera, pero, de algún modo, tu condición no coincidió. Bien, tendrás otra oportunidad dentro de poco.
(¿Estás segura que no fue otro espíritu que escribió?)
No, fue el Maestro; él escribió y nadie más. Nadie, haciéndose pasar por él, te tomará el pelo; no permitiremos esto jamás, y debes dudarlo.
Quisiera decirte que tu condición espiritual ha mejorado considerablemente, y tienes que rezar más y tener más fe. Tratamos de ayudarte en todos los respectos, por eso, ora al Padre, y pronto te darás cuenta de los resultados de tus oraciones.
No debes escribir más esta noche, y terminaré. Pero tengo que decirte, que te amo con todo mi corazón y alma.
Bien, mi amor, buenas noches.
Tu verdadera y amorosa,
Helen
Jesús — Los esfuerzos de espíritus para exponer a los hombres las verdades del Padre.
Yo estoy aquí, Jesús.
Quisiera agregar un poco a lo que tu abuela acaba de decir, sobre los esfuerzos del mundo de los espíritus por enseñar a los hombres las verdades del Padre.
Yo sé, será difícil, llevar a los hombres a que crean en comunicaciones, que vengan a través de médiums, y las iglesias verán la recepción de estas comunicaciones con hostilidad, pero quiero decirte, que los espíritus del Reino ejercerán poderes de tanta magnitud, que ningún esfuerzo de parte de los hombres o iglesias podrá resistir estos esfuerzos de los espíritus. Tan pronto que los mortales lleguen a condiciones de recibir estas verdades, recibirán todos los poderes necesarios, y las verdades vendrán con tanta fuerza y exactitud, que las creencias erróneas tendrán que ceder el paso y permitir, que las verdades, de las que hablo, ocupen su lugar.
Yo sé, será difícil que hombres y mujeres lleguen a la condición apropiada para recibir estas comunicaciones, pero se lo logrará, y esto antes que pase mucho tiempo.
La humanidad ahora anhela las verdades del Padre, y sus ansias tienen que satisfacerse. La forma y la ceremonia, y las declaraciones vacías de las iglesias, de lo que Dios ha preparado para Sus hijos y lo que las iglesias han suministrado, ya no bastarán para satisfacer. Hay que tomar en cuenta tanto a la mente, como a la credulidad de los hombres, y cuando las enseñanzas de las iglesias contradicen la razón y el conocimiento de leyes espirituales, que los hombres pueden conocer, estas almas hambrientas y sedientas por el Amor de Dios y el camino como obtenerlo, tienen que ser satisfechas.
Sé que mi Reino será establecido en la tierra de una manera más completa y verdadera que nunca antes, y los hombres creerán en mí, con más confianza de lo que han hecha antes — no como a un Dios a quien hay que rendir culto, sino como a un hermano y amigo, que es capaz de indicarles el camino al Amor del Padre, a su propia salvación, y a la inmortalidad. Por lo que ves la importancia de conseguir médiums buenos y éticos, para transmitir estas grandes verdades.
Los fenómenos netamente físicos no iluminan el alma mucho, en cuanto a su destino y el camino por el que debe viajar para alcanzar el Amor de Dios; y estos fenómenos, de aquí en adelante, serán menos importantes para llevar a los hombres al conocimiento, de lo que les espera en la vida como espíritus.
Trataré de influir en muchos mortales, para que alcancen esta condición síquica, y así puedan recibir estas verdades, y que, por lo tanto, realicen la gran tarea necesaria para la redención de los hombres, en mayor grado que en el pasado.
Por eso tienes que demostrar constancia en tu tarea y fe, y después de un poco, muchos se dedicarán al mismo trabajo.
Tengo que terminar ahora. Tu hermano y amigo,
Jesús
Confirmación por San Andrés, que Jesús escribe a través del Sr. Padgett
Yo soy tu amigo y hermano en Cristo y su amor, San Andrés.
Vine porque estoy interesado en la obra, para cuyo cumplimiento has sido llamado — y porque todos te amamos y queremos verte progresando en el desarrollo de tu alma, y en tu capacidad de recibir los mensajes del Maestro, para cuya recepción y transmisión al mundo, él te ha seleccionado, como su discípulo.
Yo soy el verdadero Andrés de la Biblia, y no otra persona, y tienes que creerlo. Sé que puedes dudar, que tantos de los discípulos del Maestro vengan a ti para escribir, pero el hecho no debe sorprenderte, porque ¿quienes tienen más interés en la gran obra, que estás a punto de hacer, que los discípulos del Maestro, quienes conocen que sus enseñanzas son la verdad, y que la humanidad las necesita en este momento, más que nunca en la historia del mundo?
Por eso, procura que desaparezcan tus dudas, y cree que estamos contigo con todo nuestro amor y deseo por tu felicidad, y que logres aquel desarrollo de tu alma, que te convertirá en uno solo con nosotros y con el Padre, el Creador y Preservador de todos nosotros.
(¿Pero cómo puedo efectivamente eliminar las dudas que tenga?)
Bien, tienes que creer en lo que digamos. Ignoro otro camino, en el que puedas convencerte mejor que por nosotros, cuando te escribimos. No permitas que nadie desvíe tu fe de nosotros, ya que nadie puede decir con sinceridad, que no te escribimos, y por lo tanto, el testimonio de un hombre no tiene el carácter de sobreponerse al testimonio positivo, que recibes de nosotros y toda nuestro grupo, de que el Maestro efectivamente te escribe. Ningún espíritu tendrá la oportunidad de hacerse pasar por el Maestro o por cualquier otro de nosotros. Somos de aquel orden superior de espíritus, que es sumamente poderoso, y si un espíritu intentara engañarte, pronto le obligaríamos a ese espíritu, que desista de su intento de embaucarte, y que te deje en paz en tus esfuerzos por buscar y aprender la verdad.
(¿Y estos espíritus serían "del diablo", como dicen?)
Sí, tarde o temprano, dejarán al descubierto sus pezuñas partidas.
(Espero que no piensen mal de mí, porque dudo a veces.)
Pues, estamos conscientes de que dudarás a veces, pero sabemos que después de un rato, tu fe será tan firme que ninguna duda pasará por tu mente, nunca más.
(Pero es tan difícil creer esto, que yo, con mi indignidad, que yo mismo reconozco, haya sido seleccionado para esta obra impresionante. ¿Quién decidió mi selección?)
Jesús te seleccionó, y por sentirte indigno, no debes dudar que él haya hecho esta selección. Él sabe muy bien, lo que es lo mejor, y cuales son tus cualificaciones y posibilidades, y no te incumbe a ti decir, que no eres digno o preparado para cumplir con la tarea. Permite que la fe en él, en su amor y en su promesa se establezca más allá de toda duda o inquietud.
(Todo que puedo decir es, que por cierto, estoy muy favorecido.)
Sí, ciertamente estás favorecido, y deberías apreciar el hecho extremadamente; porque te digo, que estás muy favorecido por haber sido seleccionado para esta tarea, al igual que nosotros, cuando él nos seleccionó para servir como sus discípulos, y puedo decir, incluso más aún, porque eres el único en todo el universo, a quien ha seleccionado, para que realice esta gran obra, y dentro de poco encontrarás, que es una obra de una importancia estupenda, e involucra mucha labor y agotamiento, tanto del cuerpo, como de la mente.
Bien, he escrito una larga carta en mi primera aparición, y tengo que terminar; y te digo, como lo más importante que hay que decirte ahora: Cree, y verás la gloria del Padre, y tu propia salvación.
Diré con todo mi corazón, que soy tu verdadero amigo y hermano, y oraré por tu con todo mi amor y fe. Así, buenas noches — Tu verdadero hermano y amigo,
San Andrés, el Apóstol
Yo estoy aquí, San Pedro.
Vengo por la misma razón que Andrés, y quiero añadir mi testimonio al suyo, de que tú eres la verdadera selección del Maestro para realizar su obra, y que él pasa contigo muy a menudo, escribiéndote y otorgándote su amor y sus bendiciones. Tienes que creer y no permitir que la duda entre en tu mente, o te impida creer con todo tu corazón, que el Maestro es tu amigo y hermano, y está contigo en tus momentos de preocupación y penumbra.
Yo soy un espíritu, y una vez, cuando estuve en la tierra, sufrí por mis grandes dudas en cuanto a la misión sagrada del Maestro, incluso dudé que él fuese el hijo verdadero del Padre, pero estas dudas me dejaron, cuando vi la grandeza de su persona, y el maravilloso Amor del Padre, que poseía. Recordarás que incluso negué conocerle — es decir, que le conocía simplemente como a un hombre — y que angustia y sufrimiento aquella negación me infligía. Por eso, no debes dudar o negarle.
Ahora conozco más allá de toda duda, que él es el verdadero Maestro, y el verdadero hijo de Dios, y el único en todo el universo de Dios, que posee el Amor Divino del Padre en tanta magnitud, que él es casi como el Padre en bondad y sabiduría. Él es tu amigo y salvador, e incluso más, es tu hermano y compañero en esta gran obra, que realiza para la salvación de la humanidad.
Yo, Pedro, te digo esto, y te lo digo con toda la autoridad y fe, y con más conocimiento de lo que tenía, cuando yo declaré que él era el único y verdadero hijo Divino de Dios, y tienes que creer lo que te digo. Por lo tanto, ya no dudes o temas más, que tú no seas el instrumento elegido por el Maestro, y confirmado por su amor y gracia, para llevar a cabo esta gran obra. Yo, Pedro, lo declaro, y yo conozco lo que estoy declarando, y lo pronuncio con toda la autoridad que el conocimiento me brinda.
Todos los seguidores del Maestro están interesados en esta obra, y en ti, y estamos formando ahora nuestro grupo, que te guiará y te instruirá en todas estas verdades, que solamente nosotros, de los cielos superiores, conocemos.
No quiero decir, que vamos a reemplazar a tu grupo actual, sino que trabajaremos en conjunto con ellos, y recibirás muchos mensajes de nosotros, a medida que transcurra el tiempo, y tú creerás que nosotros te los escribimos.
Tú cuentas con más poder del mundo de los espíritus, que se emplea en tu beneficio, que ningún otro mortal; y con el ejercicio de este poder vendrá a ti un poder, del que ningún jamás mortal ha dispuesto desde los días, cuando nosotros vivimos en la tierra.
Por eso tienes que tener más fe, y para conseguirla, tienes que orar al Padre siempre más.
He escrito suficiente esta noche, y tengo que terminar.
Pero permíteme inculcarte otra vez la oración al Padre, y pide más fe.
Yo soy tu hermano y amigo,
San Pedro
(la roca)
Yo estoy aquí, San Juan, tu amigo y hermano, y uno solo con Dios y un seguidor del Maestro.
Así, tienes que creer lo que el Maestro te prometió, porque nunca te fallará.
No debo escribir esta noche, sino terminaré y te digo, que tienes mi amor y mis mejores deseos por tu éxito.
Por eso, cree en lo que te escribimos, y notarás los resultados de nuestras promesas.
Así, con mi amor y mis bendiciones, yo soy tu amigo y hermano.
Juan el Apóstol
Permite que agregue mi testimonio a lo que los otros te han escrito.
Yo también soy un seguidor del Maestro, y le acompañé en sus viajes a través de Palestina, y estuve con él, cuando le clavaron a la cruz, y vi las grandes manifestaciones de Dios y la perdición de la maldad, y el principado del aire, como San Pablo los describe.
Fui un verdadero seguidor del Maestro en la tierra, e igualmente en el mundo de los espíritus. Él es ahora el Príncipe de Paz en su sentido más veraz. Su amor por la humanidad es tan grande, que nosotros, aunque le amamos de verdad y le estamos muy cerca, no podemos comprenderlo.
Por eso, tienes que creer en él, y en el hecho, de que él te ha elegido para realizar su Gran Obra. Cree y trabaja, y verás la salvación del Padre manifestándose como nunca antes.
Puedes contar con la colaboración de todos los poderes del Reino de Jesús, y nada podrá resistir semejantes poderes. Y el Amor, el Amor Divino del Padre, entrará en muchas almas, y las convertirá en habitantes del Reino a través de esta Gran Obra.
No escribiré más esta noche, pero como dijo Pedro, él estará contigo a menudo con amor y simpatía, y te escribirá de las verdades del Reino Celestial.
Así, con todo mi amor y mis bendiciones, yo soy tu verdadero hermano y amigo.
Santiago,
un apóstol de Jesús.
Confirmación por San Jerónimo.
Yo también soy un espíritu hermano, y quiero decirte que los maravillosos mensajes, que has recibido esta noche, son verdaderos, y fueron escritos por los espíritus, que aseveraron haberlos escrito, y no debes dudarlo. Por eso, cree, y recibirás la mayor de todas las bendiciones, el Amor Divino del Padre.
No escribiré más esta vez, pero regresaré, y te informaré lo que ningún mortal jamás ha escuchado o concebido.
Yo soy tu hermano y amigo,
San Jerónimo
el escritor y comentarista de la Biblia.
Yo soy tu hermano y amigo en Cristo, y en el Amor del Padre.
Yo soy un hombre, que, cuando estuvo en la tierra, fue un seguidor del Maestro, y su seguidor en el mundo de los espíritus. Me refiero al Reino Celestial, y amo a Dios y formo parte de Su Divinidad.
No fui uno de sus apóstoles, pero le amé y creí en él, y fallecí por su causa, y ahora estoy recibiendo mi premio, ya que ahora soy, como digo, un habitante de su Reino Celestial; y la inmortalidad es mía, igual que será tuya si continúas creyendo en él y obteniendo el Amor Divino del Padre en incrementada riqueza.
Por eso, permíteme decirte que no cada hombre recibe el gran favor, que el Maestro te ha dispensado. Ningún otro mortal, en este momento, posee esta gran bendición de Amor y selección, que te ha sido conferido.
Los otros te han contado de este maravilloso Amor, poder y de las bendiciones que te han sido otorgados, y que te serán otorgados.
Así, terminaré ahora, y te digo que soy,
Tu hermano y amigo,
San Antonio
como el mundo me llama
Confirmación por San Esteban que el Sr. Padgett ha sido elegido para realizar la obra.
Yo estoy aquí, San Esteban.
Yo soy el mártir, y vine a ti para decirte, que tienes que creer en nosotros, como espíritus que una vez vivieron en la tierra, y enseñaron las verdades de Jesús a los hombres, y que fueron sus seguidores y amaban al Padre, y que ahora son habitantes de Su Reino e inmortales.
Fallecí de la manera retratada en la Biblia, y Saúl, quien fue mi perseguidor más hostil, es la misma persona, que más luego se convirtió en Pablo, el Cristiano. Sólo expongo este hecho, para que puedas identificarme, y para demostrarte que soy el mismo espíritu, que una vez murió por la fe.
Ciertamente, ahora soy un espíritu feliz, y un habitante del Reino Celestial, pero una vez fui un mortal, dedicado a la enseñanza de las verdades del Maestro, y sufrí las penas y tormentos, que estas enseñanzas y esta fe trajeron a muchos de los discípulos de Jesús.
Pero esos tiempos ya pasaron, y ahora estas verdades pueden ser predicadas, y no existe nadie, quien te pueda atemorizar; sin embargo, vendrá la oposición de parte de las iglesias y de los hermanos eclesiásticos, que están comprometidos por sus creencias en los credos de las iglesias.
Pero a pesar de todo, las verdades tienen que enseñarse, y el Maestro te ha seleccionado para recibirlas, para que puedan ser entregadas al mundo. Efectivamente, tu tarea es gloriosa, no obstante, encontrarás mucha responsabilidad y hostilidad, y tal vez persecución en tu vida privada, a causa de estas enseñanzas. Pero manténte firme y apegado a estas verdades, y al fin y al cabo, prevalecerán, y la humanidad se beneficiará, se dirigirá al Amor del Padre, y perseguirá el camino que el Maestro enseñará.
Por eso, no permitas que vacile tu valentía, o que cesen tus esfuerzos, y encontrarás un premio no sólo en el mundo de los espíritus, sino también en el mundo de los mortales.
Seré uno de tu grupo, de la que San Pedro habló, y encontrarás que tu poder para ejercer la buena voluntad se desarrollará maravillosamente y de una manera, que el mundo prestará atención a las verdades que transmitirás. Eres el elegido, y tienes a tu lado los poderes del Reino Celestial, y el mundo no se sobrepondrá a ti o a tus esfuerzos por enseñar a la humanidad el camino a la salvación.
Por eso, pon tu fe en el Maestro y en el Amor del Padre, y no serás abandonado.
Vendré a ti otra vez, y te entregaré algunas verdades del Reino del Padre, que te expondrán las auténticas verdades de la Voluntad de Dios.
Mis enseñanzas serán agregadas a las del Maestro, y están en unísono con ellas.
Tengo que terminar ahora.
Yo soy tu hermano y amigo.
San Esteban,
el mártir
Confirmación por San Bernabé, que el Sr. Padgett fue seleccionado por el Maestro.
Permíteme complementar lo que San Esteban escribió. Yo soy un apóstol del Maestro, llamado Bernabé, el socio de Pablo en gran parte de su ministerio, extendiendo y difundiendo las verdades del Maestro a lo largo y ancho de Asia, y también en Judea. No sólo fui el colaborador de Pablo en Jerusalén, sino también entre los Judíos circuncidados, que se convirtieron a la fe del Cristianismo. Ahora trabajo con los apóstoles, tratando de ayudar a los hombres y espíritus, para que comprendan y crean en estas Grandes Verdades.
Por eso, tienes que creer que trato de ayudarte en la gran obra, que el Maestro ha decretado y declarado, que tú la lleves a cabo. Todos estamos contigo, y emplearemos todo nuestro poder y amor, para fomentar la causa de rectitud, y la redención de los hombres.
Tienes que obtener la fe, que es tan necesaria para tu éxito. Me refiero a la fe, que no deja espacio a la duda, que el Maestro te haya llamado, y que ya te ha dado, y te dará aún más, poder y desarrollo espiritual, para que puedas realizar su obra, como él desea que la realices. Sé un verdadero creyente, y no fallarás.
No escribiré más esta noche, y te diré: Qué Dios te conceda éxito, y te convierta en un ser como Él es, en las cualidades del alma y en la bondad. Yo soy tu hermano y amigo,
San Bernabé
el apóstol que ama al Maestro.
Abre tu mente a la convicción, de que yo y todos los demás de los discípulos de Jesús te escribimos y podemos escribir, como testimonio de tu selección para realizar la gran obra, para cuyo cumplimiento has sido llamado. Nunca antes, un mortal ha sido tan favorecido por el hombre más grande, y por el espíritu más maravilloso y poderoso, que haya vivido en toda la historia. Yo, un apóstol, no puedo ver la razón, porque te seleccionó a ti, y no amas a Dios tanto como hubiésemos esperado del mortal, a quien se llamaría para realizar esta obra. Pero el Maestro te ha seleccionado, y él conoce lo que es lo mejor, y nosotros no tenemos el derecho de juzgar su elección. Pero no importa si eres digno o no, tú has sido seleccionado y tienes que llevar a cabo la tarea.
Sé que todo el poder y la sabiduría del mundo de los espíritus te sostendrá, del mundo gobernado por Jesús; y eso será suficiente para garantizar no sólo tu éxito en tu obra, sino también el desarrollo de tu propia alma y tu salvación.
Ojalá pudiese decirte, qué hombre más privilegiado que eres, pero no puedo esta noche, ya que tengo que terminar y permitirle a otra persona que te escriba.
Yo soy tu hermano y amigo,
San Tomás
el incrédulo.
(¿Cómo es que dudaste del Maedtro?)
Porque me falló la fe, en ese entonces cuando me dijeron que el Maestro había resucitado de los muertos.
¡Ay, la maldición de la incredulidad!
Te digo sobre todo lo demás: Cree, cree y cree.
San Tomás
Permíteme también que añada mi testimonio, y pronto verás que cualquier duda no es más que necedad.
Yo soy San Lucas, el escritor del tercer Evangelio, como lo llaman; pero aquí, déjame decirte que en ese escrito aparecen cosas, que yo nunca las escribí, y nunca creí que existían. Yo sé que mi Evangelio se considera como uno de los más auténticos de los cuatro existentes, pero contiene, en la forma, como consta en la Biblia, muchos errores — y declaraciones imposibles, disfrazadas como la verdad enseñada por el Maestro. Tienes que erradicar los errores y retener las verdades, y podrás hacerlo, cuando hayas recibido los mensajes del Maestro, y las epístolas que nosotros, los apóstoles y discípulos, te escribamos.
Tu labor no será fácil, pero te daremos fuerza, comprensión y sabiduría en suficiente riqueza, para que tu obra de exponer la verdad a la humanidad, sea correcta e irreprochable. Te ayudaré en esta obra particular con todo mi amor y mis poderes, delineando el significado verdadero de lo que te escribamos, y estaré contigo continuamente, cuando estés listo para recopilar estos mensajes y otros escritos, que te llegaran del Maestro y muchos otros de nosotros.
Pero para que puedas llegar a ser perfecto en esta gran obra, tienes que adquirir abundante fe y un alto grado en el desarrollo de tu alma. Estas cualificaciones son precisas, porque las materias espirituales que transmitimos, tienes que recibir con espiritualidad. Esto conocemos ahora todos, y te lo comunicamos, porque tienes que saberlo también.
No debo escribir más ahora, y por eso me despido.
Tu hermano y amigo,
San Lucas
a veces llamado el Doctor
y a veces el discípulo estudiado del Maestro.
Yo estoy aquí, un hombre que vivió en la fe de Cristo, y quien fue su verdadero seguidor, quien ama al Padre.
Titubeo al escribir al mismo tiempo con estos grandes espíritus, que te han escrito, sin embargo, quiero también entregar mi testimonio sobre la realidad, de que escuché decir al Maestro, que te ha elegido, para la obra de entregar sus verdades al mundo.
Mi querido hermano, cree en este gran hecho con toda tu mente y alma, porque es una verdad, y una verdad, que te da preferencia a ti ante todos los demás mortales.
Jesús, el mayor de todos los espíritus, el que está más cerca de la fuente de Agua Viva del Amor del Padre, ha declarado ante nosotros, quienes le estamos muy cerca y trabajamos para lograr su gran deseo por la salvación de la humanidad, que tú has sido seleccionado por él, y que tú realizarás la obra y no fallarás, si sólo tienes fe.
Por eso, comienza y trata de obtener esta fe, y ora al Padre por más de ella, y te será dada en gran riqueza. Sólo el Padre puede conferir la fe, que moverá montañas, y superará todos los obstáculos.
No debo escribir más, y me despido. Me suscribo como tu verdadero hermano y colaborador en la causa.
John Wesley
El predicador Metodista
Confirmación por A. G. Riddle que el Maestro y los apóstoles se comunicaron
Yo estoy aquí, tu viejo socio.
Vaya, Padgett, semejante testimonio como ese, hubiese establecido en la corte un hecho que tú o yo hubiésemos sostenido. Sólo piensa un momento. Aquí están testigos del carácter más excelso, con el conocimiento y la oportunidad para el conocimiento, que no puede disputarse, y el uno identificando al otro, y todos dando fe de la manera más positiva en cuanto a una realidad en particular.
¿Quién puede decir que existe una posibilidad de equivocación? Nunca en el mundo, un hecho ha sido comprobado más contundentemente, y si dudas, que hayas sido elegido para esta gran tarea, no puedo comprender el funcionamiento de tu mente.
Bien, mi querido muchacho, ¡pensando que en los últimos años de tu vida, esta gran obra ha llegado a ti! Una obra que nunca antes, como me informan, ha sido encargada exitosamente a un mortal. Ciertamente, eres bendito, y yo estoy tan agradecido que sea así, y que tú y yo fuimos amigos en la tierra. Dios mueve Sus milagros por caminos misteriosos, para que se realicen.
Así, mi querido amigo, permíteme felicitarte, ya que mereces felicitaciones.
Escribiré pronto, y te contaré más de mi opinión sobre esta gran sorpresa, cuando la haya pensado más.
Con todo mi amor, yo soy tu viejo socio, y ahora tu hermano en Cristo,
A. G. Riddle
Confirmación por la abuela del Sr. Padgett, asombrada por el gran aseguramiento dado al Sr. Padgett.
Yo soy tu abuela, y siento que tengo que escribirte antes de que termines, porque me asombra el gran aseguramiento que recibiste, que has sido llamado para cumplir con la gran obra del Maestro, y no puedo dejarte retirar sin decirte, que eres un hombre sumamente bendito.
Yo, desde luego, sabía que el Maestro te había seleccionado, y los escritos que has recibido, no añaden nada a mi conocimiento, pero lo que sorprende es, que todos estos espíritus excelsos vinieran, uno tras otro, y te declararan el hecho, de que has sido elegido.
Ciertamente, no puedes dudar, en vista de lo que esta multitud de testigos ha dicho. No entiendo bien, porque tantos vinieron para darte este aseguramiento, salvo que es para que comiences esta gran obra con una fe, que no permite ninguna duda; y para garantizar esta fe, les pareció necesario entregarte este grande y acumulativo testimonio.
Mi querido hijo, yo siento que eres bendito, más que otros hombres que ahora viven, y que el gran favor, que te ha sido conferido, es de una clase que pocos mortales han recibido.
Por eso te digo, que todos agradecemos a Dios, y alabamos Su bondad, por lo que ha hecho para ti.
No debes pensar, que Él no tuvo nada que ver con esta selección, porque Él es el gran Padre, y Jesús, el gran Hijo, le consultó, así me dijeron.
Jesús mismo es sumamente poderoso, sabio y bueno, pero también humilde y amoroso, y él está muy cerca del Padre ,y busca Su consejo y guía, igual que en el tiempo, cuando estuvo en la tierra.
Por lo que ves, que nuestro Maestro es supremo en su reino, donde viven los redimidos, pero a pesar de ello, se da cuenta, de que necesita la ayuda de su Padre. Esto es verdad, y será verdad por toda la eternidad.
(¡Sí, y comparado con él, soy tan indigno!)
Bien, tienes razón — pero no debes pensar en tu propia indignidad.
Por eso, cree.
(¿Quienes, piensas, me serán asigandos para ayudarme en esta tarea?)
Pienso que será el más maravilloso grupo de espíritus, que haya existido en todo el mundo, excepto la banda que cuidó y protegió a Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte.
Así, mi querido hijo, tengo que terminar ahora, y diré que soy
tu verdadera y amorosa abuela,
Ann Rollins
Helen: Cuán feliz es ella, porque grandes espíritus confirmaran la selección del Sr. Padgett
Yo estoy aquí, Helen.
Ay, mi querido Ned, no te puedo decir, cuánto me alegro. Que todos estos grandes espíritus hayan venido a ti, y atestiguaran que tú eres el elegido del Maestro.
Desde luego, yo lo sabía, y tú lo sabías con anterioridad, pero para quitar todas las dudas, que puedas tener, vinieron, y en términos tan certeros declararon el hecho.
Sé que tendrás el poder y el amor de hombres y espíritus, para apoyarte en tu tarea; y pensando en los maravillosos mensajes que vas a recibir — primeramente, los del Maestro, que superarán a todos los demás, y luego los de sus varios apóstoles y discípulos. Ciertamente recibirás la bendición de un conocimiento maravilloso del mundo Celestial.
No debes escribir más esta noche.
(¿Cuánto poder tendrá mi grupo espiritual para ayudarme?)
Bueno, el poder que será empleado por este grupo, sobrepasará cualquier poder que haya sido ejercido antes, y tendrás la protección y el poder de soporte de espíritus, que no permitirán que otros espíritus, no deseados, o mortales interfieran en tu obra.
Yo soy tu verdadera y amorosa
Helen
San Pablo explica el aguijón en su carne, su experiencia en el camino a Damasco.
Saúl de Tarso, ahora Pablo de cerca de Damasco.
Bien, como estás tan ansioso esta noche por el amor y la compañía de los discípulos del Maestro, pensé escribirte un poco, para exponerte que todos los discípulos del Maestro viven en sus cuerpos espirituales vivientes, y que yo vivo y nunca más moriré.
Escribí muchas epístolas, contenidas en la Biblia, y algunas casi son correctas, y en ellas encontrarás mi idea sobre Dios y sobre el Maestro. Nunca pensé, que el Maestro era Dios, y tampoco prediqué la doctrina de la expiación asumida por Jesús, o que la sangre de Jesús era suficiente, para salvara un pecador de los pecados de sus acciones en la tierra. Nunca enseñé, que los pecados de un hombre podrían ser asumidos por otro, y las resultantes penalidades pagadas por otro — y dondequiera estas doctrinas se exponen en mis epístolas, no fueron escritas por mí.
(Juan me dijo, que Dios sólo es un Padre Amoroso.)
Estoy de acuerdo con Juan. Dios es Amor. Porque esto significa que Dios es todo lo que es bueno, puro y amoroso. El Amor es el cumplimiento de la ley, y el Amor abarca todo.
(En tus escritos, te referista a tener un "aguijón en la carne". ¿De qué se trataba?)
Sí. El (el aguijón en la carne) fue mi duda a veces, de que fuese llamado para predicar la verdad de la salvación del hombre, como Jesús la enseñó. Digo que dudé a veces, de que fuese llamado a llevar a cabo esta obra, porque a pesar de la narración en la Biblia de mi conversión, la visión que tuve, no me convenció totalmente. Ahora sé, que fue una visión real, y que recibí el llamado — pero entonces, en la tierra, tenía mis dudas a veces, y esto fue "el pecado que me acechaba".
(Esta visión que tuviste en el camino hacia Damasco, debe haber sido muy resplandeciente para cegarte.)
Bien, en cuanto a eso, temo que tenga que desilusionarte, porque nunca fui cegado o llevado a la casa del profeta de Dios, como relata la Biblia.
Mi visión, sin embargo, fue bastante clara, y escuché la voz que me reprochaba, y creí, pero a veces, vinieron estas dudas, de las que hablo.
Desde luego, leyendo mis epístolas, nunca pensarías que yo tenía dudas, y me abstuve de revelar mis dudas, y por eso las llamé "el pecado que me acosaba". Pero agradezco a Dios, que nunca permitiera que aquellas dudas me influenciaron, impidiendo que dedicase mi obra a mi llamado, porque de no, hubiese recaído, sin lugar a duda, en el papel del Judío perseguidor.
A medida que continué predicando, mi fe creció más fuerte, y después de un rato, mis dudas me abandonaron, y en mis últimos años, ya no tenía dudas.
(Tú y Juan, ¿viven en la misma esfera?)
No, no vivo en una esfera tan alta como San Juan, porque no tengo tanto Amor como él; pero vivo en una esfera muy alta, y soy el gobernador de la ciudad, en la que vivo. Muy probablemente, poseo la misma cantidad del Amor llenando mi alma, que cualquier otro habitante de mi ciudad; y por consiguiente, por haber sido un discípulo del Maestro, me eligieron como su gobernador.
(Bien, y Pedro, ¿él vive contigo?)
No, Pedro no está en la misma esfera — él vive en una esfera superior.
(Así que ¿todos los discípulos originales del Maestro viven en esferas superiores a la tuya?)
Algunos están más arriba, otros más abajo. Andrés está en mi esfera, pero no vive en mi ciudad.
Me alegra, que me hayas llamado esta noche, o mejor dicho, me alegra la influencia de tu amor, ya que tengo mucho interés en la tarea, que tienes que cumplir para el Maestro. Serás capaz de llevar a cabo esta obra, y será grande y revolucionaria, cuando se publique.
(¿Podrías ser tan amable de volver a escribirme, tal vez explicando con más detalle tus epístolas originales?)
Bueno, te escribiré con mucho gusto de vez en cuando, y te haré conocer mi presente opinión acerca de algunas cosas, que discutí en mis epístolas.
He escrito bastante, por eso me despido y termino.
Tu amigo y hermano,
San Pablo de la Biblia
San Juan corrobora que Jesús escribe a través del Sr. Padgett
Yo soy el espíritu de San Juan. Llamaste a un espíritu de Amor, y vine, porque yo soy un espíritu de esta clase.
Yo soy el discípulo, a quien Jesús amó, y quien le amó más, que cualquiera de los demás.
(¿Has obtenido tanto del Amor del Padre. como Jesús ahora posee?)
No, y tampoco lo ha hecho ningún espíritu en todo el universo de Dios. Él, Jesús, es quien más ama al Padre, y quien posee más del Amor del Padre, que ninguna otra persona.
(Jesús también vino y me escribió.)
Sí, yo sé que te visita, y te informa las verdades de Dios, y de su amor por ti, y por toda la humanidad.
Siento que él está ansioso, de que tú recibas estas verdades, y las difundas a la humanidad, y tendrás el poder de hacerlo, porque él está decidido, que tú debes ser su discípulo, como yo lo fui, cuando viví en la tierra; y quiero decirte, que te ama mucho, y es atraído a ti con mucho más fuerza, que a cualquier otro mortal en este tiempo.
Tendrás una maravillosa oportunidad de llegar cerca de él, y de recibir la influencia tanto de su presencia, como de su amor.
Por eso, no omitas nada en tu poder, para llevar a cabo la tarea, que emprendiste.
(¿Cuáles son las supremas Verdades de la Biblia?)
La primera gran verdad es — Dios es Amor, y la segunda es — Tienes que nacer de nuevo. Estas son las dos verdades más grandes de la Biblia. Las considero mayores a los mandamientos de amar a Dios, y de amar al prójimo como a sí mismo.
(¿Eres tú el mismo San Juan de la Biblia?)
Sí, soy San Juan de la Biblia.
(¿Dónde vives ahora?)
Vivo en una esfera Celestial, muy arriba de la séptima esfera espiritual. Vivo con un número de discípulos y otras personas, que poseen en sus corazones una gran riqueza del Amor de Dios. Mi esfera no tiene número, y no necesita número, porque se encuentra cerca de la más alta. El Maestro vive en un hogar más alto que ningún otro espíritu.
(¿Vives en una gran isla?)
No vivo en una isla, como dices, sino mi hogar se encuentra en la gran ciudad, donde viven los redimidos de Dios. Y yo soy el líder de la ciudad, en las enseñanzas de este Amor y su gobierno. Trabajo por el bien, tanto de todos sus habitantes, como de los espíritus en planos inferiores, y a veces, para los mortales.
Vendré a ti algún día, y escribiré sobre algunas de las verdades en mi ciudad.
(En tu Evangelio, ¿qué significa realmente "En el principio era la Palabra..."?)
Bien, explicaré lo que quise decir cuando vuelva, y diré ahora, que el Verbo que creó el universo no fue Jesús, sino Dios, y sólo Él. Esta te da una idea, de lo que quise expresar.
Bien, diré que estás muy cerca del Maestro, y él te ama, y yo te amo también.
Así, mi hermano joven, me despediré.
San Juan de la Biblia
Yo estoy aquí, Juan Bautista.
Vengo porque quiero alentarte, para que ores más y creas. El Amor del Padre te está esperando, para llenar tu alma al máximo, y los únicos requisitos de tu parte son la oración y la fe. Todos estamos interesados en ti, y queremos que llegues a estar en condiciones, que te permitan recibir los mensajes del Maestro tan pronto como sea posible, ya que el tiempo ahora está maduro, para entregarlos a la humanidad, y para que comiencen su trabajo de redimir a los hombres de las falsas creencias y erróneas doctrinas y dogmas equivocados. Yo, Juan, te digo esto, porque puedo ver, que los hombres anhelan las verdades de Dios —verdades que quitarán de las enseñanzas de las personas guiadas por la espiritualidad toda superstición y todo error. Verdades que estarán en conformidad con el razonamiento de los hombres sin prejuicios por erróneas creencias, ni en lo espiritual, ni en lo material.
Te digo que para los materialistas, estas verdades serán más fáciles de recibir y comprender, que para los que están comprometidos por las creencias, que los credos y dogmas de las iglesias les han inculcado. Y la acogida de esta Nueva Revelación de las verdades de Dios, se realizará por los que no tienen ideas preconcebidas, de lo que es la naturaleza de relación del hombre con Dios, en el sentido espiritual, antes que por los teólogos estudiados y el sencillo devoto ante los altares de las iglesias, que creen en todo, lo que los curas y predicadores les digan.
Igual que yo fui una vez la voz de alguien llamando desde el desierto, ahora soy la voz del hombre y de los espíritus de Dios, que conocen que el Maestro enseñará las verdades de su Padre, y que los mortales en la tierra tienen que aceptar estas verdades, y también los espíritus en el mundo de los espíritus, para que reciban la salvación, que el Padre ha preparado para ellos, y que, cuando la aceptan, comprenden y poseen, les preparará para llegar a ser participantes en la felicidad e inmortalidad, prometidas por el Padre.
Te he escrito de esta manera esta noche, porque quiero que comprendas más a fondo y profundamente la tarea importante, para cuyo cumplimiento el Maestro te ha seleccionado, y también la necesidad de continuar esta tarea lo más pronto posible.
(Hay una disputa ahora en ciertas iglesias, en lo relacionado con si bautizaste a Jesús por inmersión completa, o por rociándolo con agua en su cabeza.)
Bien, Estuve interesado en la gran cantidad de discusiones sobre este punto, y cómo la creencia de una manera u otra motivó a los que se llaman a sí mismos Cristianos, a formar distintas sectas. Si sólo supieran, que no importa absolutamente nada para la salvación de su alma, si Jesús fue sumergido o rociado, no permitirían que surja este sentimiento amargo, como sucede con frecuencia en las discusiones sobre el tema.
Pero para resolver esta disputa a la satisfacción de los que lean el libro, que vas a publicar, y crean en sus declaraciones, quiero decir que, cuando bauticé a Jesús, fui con él en el agua, y luego cogí agua con mis manos y la rocié sobre su cabeza — no hubo inmersión.
Esta agua fue solamente un símbolo del lavado de los pecados y del error, y en realidad, no logra esta gran necesidad, para que los hombres lleguen a ser uno solo con Dios, por lo que daba lo mismo, si el recipiente del bautismo era sumergido o rociado.
Es raro que muchos hombres, que hacen la profesión de haber recibido el perdón de sus pecados, y haber sido reconciliados con Dios, permitan que algo tan insignificante levante tanta contienda y tantas disputas amargas.
Terminaré ahora.
Tu hermano en Cristo
Juan Bautista
Juan inspira ánimo al Sr. Padgett — El maravilloso amor que el Maestro tiene por él.
Juan, Apóstol de Jesús.
Deseo escribir un poco, y contarte del maravilloso amor, que el Maestro tiene por ti, seleccionándote para llevar a cabo su obra.
Por eso digo, que te ama no solamente porque tú eres su selección para realizar su obra, sino también porque quiere que tú te conviertas en un hombre muy espiritual, logrando un desarrollo extenso de tu alma, estando preparado para entrar en su Reino, y llegando a ser uno de sus seguidores y hermanos cercanos y queridos en el Amor del Padre.
Desconozco a otro mortal que haya sido tan bendito en su vida terrenal. Hasta nosotros, quienes fuimos llamados por él, cuando vivimos en la tierra, no recibimos tantas bendiciones, hasta que recibimos el Espíritu Santo en Pentecostés, el mismo que ahora estás recibiendo. Recibirás este Gran Don en mayor riqueza en poco tiempo, y entonces te darás cuenta, de lo que el don del Amor Divino significa para tu alma, y para tu felicidad en la tierra.
Por eso, ahora eres mi hermano y un nuevo apóstol del Maestro, y yo sé que tu obra será mayor en su alcance, a lo que fue la obra de cualquiera de nosotros, cuando tratábamos de difundir sus enseñanzas, cuando vivimos en la tierra. Espero que Dios te dará Sus bendiciones en abundancia, y te mantenga libre de pecados y errores.
Estoy contigo con mucha frecuencia, tratando de ayudarte a obtener el Amor Divino del Padre.
(Ciertamente espero tener éxito.)
Bien, lo recibirás, y cuando haya llegado este momento, como dices, todo lo demás vendrá a ti — me refiero a todo lo que sea necesario, para llevar a cabo la obra, que te ha sido asignada.
Así, con todo mi amor y mis bendiciones, y el aseguramiento de que pronto recibirás el Amor en riqueza incrementada, y de que cumplirás con esta Gran Obra con una fe, que no vacilará.
Yo soy tu hermano y amigo,
San Juan
Jesús — El maravillosos poder, que puede venir al Sr. Padgett, si sólo tiene suficiente fe
Yo estoy aquí, Jesús.
Me alegro que estés mucho mejor esta noche, y que tus pensamientos se dirijan a las materias superiores, de las que tanto deseo escribirte.
Juan te explicó correctamente la fe, la que tienes que tratar de obtener, y la que puedes obtener, si sólo rezas al Padre con toda sinceridad y confianza. La fe de Elías no es diferente ni mayor a la que tú puedes obtener, si te acercas al Padre en oración, como él lo hacía. El Padre es igualmente tu Padre, como fue el suyo, y tu misión es mayor a lo que fue la de él.
Yo soy Jesús, quien es el verdadero hijo de Dios, y estoy más cercano a Él, que todos los otros espíritus, y conozco la amplitud de Su Amor y poder en más alto grado, que cualquier otro espíritu; y te digo con la autoridad, que mi amor y conocimiento me dan, que puedes obtener fe, que te permitirá realizar milagros más grandes, de las que Elías hizo.
Confía en mí, implícitamente, y tu fe crecerá tan fuerte, que tu libertad de preocupaciones y problemas vendrá a ti, como la luz de sol rompe por detrás de nubes obscuras y amenazadores, y baña todo el paisaje en luz y belleza.
Tienes que reanudar pronto la recepción de mis mensajes, y sintonizar tu alma con las influencias, que te traeré.
(Pero, con toda mi indignidad, necesitará tanta ayuda.)
Bien, recibirás ayuda, como te la prometí, y basta ya de dudar. Sé que consideras tu indignidad un obstáculo para la realización de mi obra, pero si yo te digo, que eres digno, no tienes ningún derecho de contradecir, o sentir que yo me equivoco al seleccionarte, o que te engañamos en esta comunicación.
Yo soy Jesús, el jefe del Mundo Celestial, que mi Padre me entregó, y no existe nadie, quien pueda interponerse o prevenir, a lo que yo determino que se haga. Esto tienes que creer, y en esta fe tienes que guiar todas tus acciones.
Así, de aquí en adelante, conoce que yo te he seleccionado como mi discípulo en esta Nueva Revelación.
Pero al obtener más fe, también obtén más del Amor Divino del Padre, porque El es el gran poder, que te desarrollará en esta clase de discípulo, que pretendo que seas.
Ora al Padre y confía en mí, porque mi amor por ti no tiene límites, y mi solicitud por ti incrementará, hasta que todo se haya logrado.
Te he escrito este mensaje enfático y autoritario esta noche, para que sepas, que no existe ninguna duda de que yo, Jesús, te he seleccionado, y no debes volver a dudar de que tu misión es, como te la he explicado.
Con todo mi amor y my bendiciones, yo soy,
Tu hermano y amigo,
Jesús
Yo estoy aquí, Helen.
Bien, mi amor, ahora tienes que estar satisfecho más allá de toda duda, que tú eres el elegido del Maestro, para realizar su obra.
Fue Jesús quien te escribió, y nunca antes le vi con una expresión tan soberana y autoritaria en su cara. Así debe haber sido su mirada, cuando dijo ante la tumba de Lázaro: "¡Lázaro, ven fuera!" Poder y determinación estuvieron en sus palabras y grabados en su rostro, y nosotros, que estamos aquí, nunca antes sentimos la maravillosa autoridad que tiene. Antes siempre, en su cara había solamente amor, humildad y gracia, pero cuando se dirigió a ti, todo pareció subordinado a este poder y esta autoridad soberana, que irradió.
Nunca antes habías visto esta fase de sus atributos, y todos sentimos, que estuvimos presenciando — si no fue Dios — entonces al personaje más poderoso de todo el universo de Dios.
Muy bien puedo imaginarme, que su ira, si tuviese una vez la ocasión de mostrarla, sería terrible y espantosa.
Así, mi querido, no debes dudar más o vacilar, en cuanto a cuál será tu tarea, o cuáles serán los poderes respaldándote, al cumplir con su obra.
Yo estoy sencillamente sobrecogida esta noche, y no puedo escribir más ahora,
So con todo mi amor, yo soy
Tu verdadera y amorosa,
Helen
Yo estoy aquí, San Juan, Apóstol de Jesús.
Vuelvo a estar aquí tan pronto, porque deseo ayudarte a creer en lo que el Maestro te escribió, en cuento a tu misión y la obra, para cuya realización te ha seleccionado.
Sé que es difícil para ti creer, que la comunicación realmente vino de Jesús, pero tengo que decirte, que él escribió el mensaje, y que tú recibiste y escribiste, lo que él realmente dijo, y al hacerlo, él fue tanto el rey, como el salvador amoroso, quien hasta ahora se te apareció como el hermano amoroso y cariñoso, que en verdad es.
No debes dudar, de que él te escribió justo como lo recibiste, y que te ha seleccionado como su discípulo, para realizar esta gran tarea de recibir y transmitir a la humanidad las maravillosas verdades, que te escribirá.
Cuando me seleccionó como su discípulo en la tierra, tuve mis dudas, al igual que tú, y sólo después de entrar en contacto personal estrecho y en asociación con él, y viendo tanto el poder maravilloso que tenía, como el gran amor absorbente, las dudas me abandonaron. Ciertamente, no le puedes ver como yo lo podía, ni escuchar su voz de Amor y bendiciones, como yo las escuchaba, pero serás capaz de sentir su amor y experimentar su presencia.
Cuando te dijo, que no debías dudar más de ser seleccionado para esta obra, fue un espíritu magnifico en su aspecto de poder y autoridad, y nosotros, quienes le vimos diciéndote esto, sabíamos que fue Jesús, quien nos guió a través de Galilea y realizó todas las maravillas que hizo, y también el gran Jesús, que nos dio el conocimiento y el camino para obtener los poderes de sanar a los enfermos, abrir los ojos de los ciegos, y levantar a los aparentemente muertos.
Su presencia fue como la de un verdadero Dios, porque pareció poseer todo el poder y la autoridad, y también el Amor y la gracia. Los espíritus, que estuvieron presentes, y que antes nunca habían visto estas cualidades de su naturaleza exhibidas, se sintieron sobrecogidos, y como Pedro, Santiago y yo mismo en el Monte de la Transfiguración, cayeron en sus caras por el exceso de luminosidad en su semblante y la gloria de su poder, que iluminó todo su ser.
Cuando él viene a las esferas inferiores, de aquella en donde él vive, como dirías tú, él deja atrás su gran resplandor y gloria, y aparece sólo como un espíritu hermano hermoso. Y nunca antes, los espíritus, que le presenciaron al escribirte, habían visto el aspecto maravilloso e inspirador, que entonces expuso.
Te digo, que eres un mortal muy favorecido, y cuando crezca tu fe, te darás cuenta de la maravillosa misión, que te ha sido entregada para llevarla a cabo.
Ahora estamos más interesados en ti que nunca, y continuamente tendrás alrededor de ti a algunos de los altos espíritus Celestiales, para ayudarte e iluminarte en la realización de esta gran obra, pero el más grande de todos será el Maestro, porque él estará contigo con frecuencia.
Ahora tienes que esforzarte por obtener la plenitud de este Amor Divino y la fe, que es tan necesaria. No existe la menor duda, de que puedes obtenerla, si sólo rezas; y tengo que informarte aquí, que cuentas con las oraciones de una hueste de espíritus Celestiales, que ascienden continuamente al Padre, para que recibas esta fe en su mayor grado. Yo, Juan, te lo digo, porque lo sé, y mi conocimiento se basa en los hechos.
Por eso, dirige tus oraciones al Padre, y permite, que tu confianza en el Maestro y sus promesas aumenten, hasta que por fin puedas comprender las maravillosas bendiciones, que pueden ser tuyas.
No escribiré más esta noche, pero diré que muy pronto tus preocupaciones desaparecerán, y estarás en condiciones de reanudar los escritos. Con mi amor y mis bendiciones, soy tu hermano en Cristo,
Juan
A. G. Riddle en una condición de admiración, después de ver a Jesús mostrando su resplandor y poder.
Yo estoy aquí, tu viejo socio.
Sólo escribiré unas pocas líneas esta noche, porque me encuentro en una condición de admiración, por lo que tuvo lugar, cuando Jesús te escribió anoche, que no me siento capaz de concentrar mis pensamientos para un escrito extenso. Quisiera decir que lo que sucedió, para mí fue la revelación más grande en cuanto al carácter, o más bien a los atributos de Jesús, que he visto desde mi entrada en el mundo de los espíritus.
Cuando él te escribió de su manera enfática y autoritaria, se transformó en un ser de luz, gloria y poder, que ninguno de nosotros pudo mirar su semblante, y tuvimos que caer en nuestras caras, para taparnos del resplandor de su presencia. Te digo, fue una maravillosa evidencia de su grandeza y poder. Antes nunca le había visto envestido de tanto resplandor y poder. Siempre fue el más hermoso, luminoso y magnífico de todos los espíritus, pero nunca exhibió antes este aspecto, que nos llevaron a pensar que él tiene que ser un auténtico Dios.
Ahora sé como nunca antes, que él es el hijo verdadero de Dios, y que él es digno que le sigamos y creamos. ¡Qué espíritu más maravilloso es! Todo amor, poder y grandeza, y sin embargo, todo humildad. Esta combinación de atributos, no tenía la menor idea de que pudiese existir en el mismo espíritu.
Bien, muchacho, no puedo decir mucho más ahora, excepto que me sorprendes cada vez más, por el gran favor y las bendiciones, que te han sido conferidos. Todos nos admiramos por eso, pero desde luego, nos alegramos por el hecho.
Tienes que tratar de hacer lo mejor que puedas en el cumplimiento de esta tares, y cumplir la misión, para la que has sido seleccionado.
¡Qué Jesús más maravilloso! No puedo más que pensar en él y en la grandeza de su ser. Me alegro tanto haberle visto, como apareció al escribirte, porque ahora tengo una vaga idea de lo que debe ser la gloria y la grandeza de los altos Cielos Celestiales y de sus habitantes.
No escribiré más esta noche, porque no puedo pensar en nada ahora, excepto en la gloria del Maestro. Soy tu viejo socio,
A. G. Riddle
La abuela del Sr. Padgett confirma, que Jesús escribió y mostró Su gloria y su poder.
Yo estoy aquí para relatarte de la gloria de mi Maestro.
Hasta ahora, te hemos escrito sobre todo de su amor, belleza y humildad, pero dijimos muy poco de su grandeza y de la gloria de su semblante, cuando permite, que estos atributos aparezcan en su plenitud y esplendor. Y esto fue razonable, porque hasta anoche, nunca habíamos visto este gran resplandor y la gloria.
Vivo en las esferas Celestiales, pero él antes nunca exhibió las maravillas de su amor y de sus poderes ante mí, ni ante otros espíritus de mi esfera, y tampoco a los de las esferas inferiores. Pero anoche — ¡ay, qué gloria! — vino a ti para escribir, y al hacerlo, cuando te dijo, cuál era tu misión, él asumió la autoridad y el poder que posee, y vino a su semblante y existencia misma esta maravillosa gloria y este resplandor, que le convirtió en un ser aparte de otros espíritus.
Yo he visto las glorias de las esferas Celestiales, en donde vivo, y son tan magníficas y maravillosas, que nunca fui capaz de describírtelas; pero son sólo como la sombra de la gloria, que rodeó al Maestro, y que él irradió, cuando apareció como te estoy contando. Estuvimos cautivados, como dices, y no pudimos mirarle, ni por un momento; y bien me puedo imaginar, como sus tres discípulos cayeron de bruces en el momento de la transfiguración en el Monte.
No puedo describirte su grandeza y resplandor, pero el sol, que Ustedes pueden ver, parecería tan pálido como un rayo de luna en su presencia. Y cuánto agradezco haberle visto como es, porque me demuestra, cómo debe ser al maravillosa gloria y belleza de la esfera, en la que vive, y por cuya obtención me afano, y gracias a Dios, el Maestro dice, que puedo llegar a ser una habitante de ella, si sólo rezo y tengo fe, y si dejo el Amor Divino entrar en mi alma en suficiente magnitud.
Al pensar en todo lo maravilloso, que se ha concentrado alrededor de ti en tus comunicaciones con el mundo de los espíritus, simplemente tengo que sorprenderme de asombro, y pensar por qué todo eso está sucediendo. La única explicación que te puedo dar es que, tú eres el objeto especial del deseo del Maestro, por realizar su obra en la tierra de la manera, como él la declaró.
Mi querido hijo, no debes volver a dudar de lo que tienes que hacer, para llevar a cabo la obra del Maestro. Tu vocación es cierta, y tienes que creer, y creyendo, realiza con todas tus fuerzas y los poderes, que te serán entregados, esta gran tarea. Y permíteme decir adicionalmente, tienes que convertirla en una obra de Amor.
Reza al Padre por la fe, y la recibirás, y confía en el Maestro y nunca serás abandonado.
No puedo escribir más esta noche, porque quiero meditar sobre la maravillosa escena de anoche.
Tu verdadera y amorosa,
Abuela
Tengo que decir una palabra, porque mi corazón está tan lleno de arrepentimiento y remordimiento, y de los recuerdos de mi terrible equivocación, cuando estuve en la tierra, que tengo que aliviar mi alma de su carga, en cuanto una confesión pueda lograr esto.
(Por favor, identifícate.)
Yo soy Ingersoll, y ya no soy el agnóstico, sino el creyente más arrepentido en todo el mundo espiritual de Dios, y ahora conozco, que Jesucristo fue y es el hijo de Dios, en el pleno sentido de la palabra.
Ay, cuánto me alegro haberte visitado, cuando vine a ti, y que tú me llevaste a buscar la compañía de tu grupo de espíritus hermosos y luminosos, que están llenos del Amor Divino del Padre. Porque si no hubiese estado con ellos, no habría presenciado la escena de anoche, y no sería hoy un creyente en Jesús, de quien ahora conozco es el salvador de los hombres, a través de su maravilloso amor y conocimiento de la verdad.
Bien, mi querido amigo, esta escena que presencié anoche, nunca pudo observarse en la tierra, excepto, como ahora creo, por los tres discípulos del Maestro durante la transfiguración en el Monte, e incluso en ese caso dudo, de que la gloria fuese tan grande, y el resplandor del Maestro tan deslumbrador como anoche.
Yo había visto al Maestro algunas veces, y por cierto, para mí fue el más hermoso y cariñoso de todos los espíritus, y sentí un gran afecto por él, sin embargo, no tuve ninguna idea de las otras cualidades o atributos suyos, que exhibió anoche.
Y qué debo pensar de ti, un simple mortal, como existen miles más la tierra, teniendo cierto desarrollo de alma, pero no comparable con el de ninguno de los espíritus en las esferas del alma, como me informan, y seleccionado para realizar la obra de cumplir con los deseos del Maestro en la tierra, y recibiendo esta selección declarada, o más bien ratificada, a través de un evento, que a todos los espíritus presentes les hizo temblar de sobrecogimiento, viendo la gloria y el poder, que Jesucristo expuso, de quien yo, en la tierra, afirmé sólo era un buen hombre.
Te digo, que eres maravillosamente favorecido, no sólo por ser el elegido para realizar su obra, sino también por recibir la